[*** = disponsible en inglés. Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]
El subgénero de Grandes esperanzas
Se puede intentar posicionar Grandes esperanzas dentro del contexto de la novela victoriana (1837-1901), o dentro de la historia de la producción artística de Dickens (1834-1870). La décimo tercera de sus novelas, es una de las tres novelas relativamente breves, diseñadas para la serialización semanal de la revista más que como una publicación mensual “en partes”, siendo las otras dos Tiempos difíciles (***Hard Times, 1854) e Historia de dos ciudades para Palabras de andar por casa (***All the Year Round). Es también la tercer obra principal en utilizar el punto de vista narrativo en primera persona, siendo las otras dos casi autobiográficas: David Copperfield (1849) y La casa desolada (1852). El lector moderno considera esta novela como una confesión retrospectiva en primera persona. Alternativamente, se puede intentar clasificar Grandes esperanzas en términos de los diversos subgéneros de la novela victoriana, puesto que, a diferencia de su tentativa temprana de pseudo-biografía, esto es, David Copperfield, Grandes esperanzas no encaja tan claramente en el Bildungsroman de inspiración alemana (novela de desarrollo o crecimiento).
La sátira social
Para contrarrestar la falta de humor en Historia de dos ciudades, Dickens se afanó por proporcionar una comedia de caracteres, comedia situacional y especialmente (como La hoguera de las vanidades de W. M. Thackeray) la sátira social. Dickens nos hace reír en una sociedad que valora la riqueza y la clase, que condona la presunción y la injusticia social, que deporta a los delincuentes por delitos menores y que ha permitido que una gran institución nacional, el teatro, se deteriore. Aunque las palabras y las acciones de muchos de sus personajes nos provocan risa, cada uno de ellos evoca un tipo diferente o cualidad de risa.
La novela sobre crímenes y detectives
Una forma relativamente nueva (probablemente un vástago de la novela Newgate de Ainsworth, Thackeray, y Bulwer-Lytton), la novela de crimen y de detectives (algunas veces mal llamada “El misterio de los asesinatos”) ha influido en la caracterización y el argumento de Grandes esperanzas. Como muchas de las novelas de Wilkie Collins, Grandes esperanzas, nos presenta a las personalidades del submundo criminal, en este caso a un abogado y a sus clientes infames, en concreto, al convicto fugado Abel Magwitch, al estafador Compeyson, y a la asesina Molly Magwitch. El lector debe descifrar la relación que estos personajes tienen con Miss Havisham y si su excentricidad sobre los relojes de la casa Satis y su vestido de boda estuvo en cierta manera asociado con ellos en el pasado.
Las novelas de “tenedor de plata”
Las andanzas de un día de Charles Lever que comenzaron en Durante todo el año, en julio de 1860, conciernen a una clase y un estilo de vida que Dickens personalmente despreciaba pero que fascinaba a muchos de sus lectores. Podemos, en un determinado nivel, considerar Grandes esperanzas como una novela “anti-tenedor de plata”, una sátira sobre la presunción y la moralidad monetaria de la aristocracia, tal y como la encarnan la heredera de la destilería, Miss Havisham, sus parientes avaros, los Pockets, y el vanidoso tío Pumblechook. De hecho, el mismo título de la novela puede captarse irónicamente porque el colapso de las grandes expectativas de Pip le deja sin alternativa, excepto la del curso burgués del trabajo para sobrevivir.
La novela Newgate
Una forma de ficción de la cual fueron pioneros Thackeray en Catherine, Ainsworth en Rookwood y especialmente el propio Dickens en Oliver Twist (1837), este subgénero implica tipos del submundo tales como el perista (comerciante de objetos robados), el carterista, el asesino, y el informador de ladrones. Este aspecto de Grandes esperanzas aparece retratado en la relación entre Magwitch y Compeyson, y en la estrategia argumental relativa al destino de Magwitch, en caso de que las autoridades descubran su regreso a Inglaterra. Esta cuestión se ve reforzada por las referencias al George Barnwell de George Lillo, y en los sentimientos de culpa y traición, que irónicamente proceden de su robo de brandy, de la empanada y de la lima para ayudar a Magwitch (que recompensa a Pip con lo que malinterpreta como compasión más que con su verdadera motivación: el temor).
La novela gótica
La tradición de la novela de suspense, el horror, el miedo y la superstición que comenzó con El castillo de Otranto (1764) de Horace Walpole, continuó hasta entrado el siglo XIX con las novelas de ***Anne Radcliffe (especialmente, Los misterios de Udolfo), de ***Sir Walter Scott, La novia de Lammermoor¸ ***Jane Austen Northanger Abbey (una sátira sobre la forma), y Mary Shelley Frankenstein. Las ruinas melancólicas de Satis House, la novia congelada en el tiempo, el aristócrata dominante, Bentley Drummle, el niño (el Pip joven) y la joven muchacha en peligro, el monstruo (Orlick), y las trampas llenas de suspense de Pip y de Magwitch son todos aspectos góticos de Grandes esperanzas.
La ficción serializada
Cada parte o entrega no sólo ayuda a la acción a avanzar y a resolver los problemas previos, sino que plantea nuevas dificultades para el protagonista. Cada parte debe ser coherente e íntegra en sí misma, pero debe establecer conexiones (a través de personajes y entornos continuos y fácilmente reconocibles) con lo que ha ocurrido anteriormente. Habitualmente, cada sección terminará en un momento de crisis (por ejemplo, la rápida escapada de Pip hacia los pantanos para entregar la comida y la lima al convicto al final de la primera parte) que se verá resuelto en el siguiente episodio—estos cierres y comienzos complementarios se denominan “cortinas”.
El romance
Forma más antigua que la novela, este género se adentró hasta el siglo XIX gracias a La letra escarlata de Hawthorne. El romance subordina el realismo a las emociones, y ofrece respuestas intensamente personales en vez de respuestas racionales u objetivas. La obsesión desesperada de Pip con Estella ondea durante todo el trayecto de Grandes esperanzas, y es de hecho lo que le motiva a convertirse de ladrón en “caballero”. Los patrones de los cuentos de hadas procedían de “Hansel y Gretel”, mientras que “La cenicienta” contribuyó a la novela como romance.
La novela con propósito
Muchas de las novelas de Wilkie Collins, el protegido de Dickens, se incluyen bajo esta calificación puesto que defienden el cambio legal y social—su obra El corazón y la ciencia, por ejemplo, ataca la vivisección animal. Dado que Dickens se definió a sí mismo como el “primer y último reformador”, la exposición de Grandes esperanzassobre la necesidad de las reformas penales y educativas es coherente con este subgénero y con la agenda de Dickens, manifiesta en todos sus trabajos. Su elevado “propósito” enlaza con la simple pregunta, ¿Qué es un caballero? Si leemos el texto adecuadamente, el humilde Joe Gargery, más que el arrogante Bentley Drummle y su frívolo club llamado “Finches of the Grove” debería ser nuestra respuesta.
La novela histórica
Aunque el patrón de una historia que se origina en el pasado y se desplaza en el tiempo hasta el año de su publicación no es muy común en la ficción victoriana, Grandes esperanzas comienza justo después de las Guerras napoleónicas y procede a relatar los acontecimientos en detalle hasta aproximadamente 1830-35, antes de dar un salto en el tiempo de once años (1840-45), el periodo principal de la construcción del ferrocarril en Inglaterra, para cerrar la historia.
Dickens planta cuidadosamente detalles en el texto de la narrativa para sugerir que los hechos allí descritos pertenecen claramente al “pasado”. Por ejemplo, puesto que los billetes de una libra mencionados en el capítulo 10 estuvieron fuera de circulación desde 1826 hasta 1915, la historia debe abrirse antes de 1826. Puesto que la sentencia de muerte que pende sobre Magwitch como delincuente deportado se eliminó en 1835, y dado que desde el mismo final de la historia hasta la muerte de Magwitch pasan once años, Dickens concluye la historia en 1846. El vapor de ruedas, una especie de barco que hiere mortalmente a Magwitch, fue suplantado por aquellos movidos por una hélice en 1839, reforzando por tanto su finalización en una fecha a mediados de 1840. La horca específicamente mencionada al comienzo, refleja la práctica abandonada en 1832 de dejar que los criminales condenados se pudrieran en el patíbulo. El rey concretamente nombrado al principio de la novela es George III, que murió en 1820, cuando Pip tenía siete u ocho años. Así, Dickens, nacido en 1812, parece identificarse con su protagonista. La guinea, mencionada en el capítulo 13, estuvo fuera de circulación en 1817, pero el joven Charles Dickens llegó a Londres en carruaje desde Chatham, la región pantanosa del relato, a la edad de diez años (1822). Pip tiene aproximadamente 23 hacia la mitad del libro, y cerca de 34 al final: puesto que Dickens alcanzó los 34 en febrero de 1846, parece estar invitando a sus lectores a que conecten al autor con el narrador.
Materiales relacionados para posicionar Grandes esperanzas
- La superposición de intertextualidades en Grandes esperanzas (1861)
- El contexto biográfico de Grandes esperanzas (1861) 
Referencias
Dickens, Charles. Great Expectations. Ed. Edgar Rosenberg. Nueva York: W.W. Norton, 1999.
Modificado por última vez en el 9 de marzo del 2006; traducido el 23 de marzo de 2012