[*** = solo disponsible en inglese. Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]


La intensidad apasionada de Thomas Carlyle le emplazó en el corazón del radicalismo victoriano… Las clases media estudiaron su obra, así como los jornaleros que aspiraban, con una ambición victoriana única, a una educación mejor. Entre los trabajadores más preparados y decididamente intelectuales, Carlyle alcanzó un filón de seguidores que no le abandonaron… Mostró a los lectores que la política, en su sentido más amplio, era una cuestión de sentimientos y pensamientos fervientes; imbuyó al radicalismo con un peso intelectual y lo separó de los valores de la muchedumbre; su fervor personal, su frugalidad y su compromiso por mejorar el mundo moderno impartieron a sus ideas una integridad difícil de falsificar… Ninguna de ellas, sin embargo, facilitó el que la gente simpatizara con él— Francis Gorman, “Los problemas y la lucha”, Times Literary Supplement (5 de enero de 2007): 22.

Carlyle y la historia política reciente

Carlyle como historiador


Modificado por última vez el 1 de septiembre de 2012