[Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. (Follow for English version)]
Lo siguiente es el discurso de la Gran Logia Orange en contra de la emancipación católica en 1828 (Catholic Emancipation). Las Logias Orange, formadas para mantener la ascendencia protestante, recibieron este nombre de Guillermo del Orange (Guillermo III), quien junto con María, reemplazó al católico Jaime II (James II) en el trono de Inglaterra en la Revolución Gloriosa de 1688-89.
No fue menor el interés ni el deber de los protestantes cuando, por todos los medios legítimos, apoyaron las instituciones religiosas y civiles de su país. Mediante éstos, se aseguró eficazmente el honor de Dios y la felicidad del hombre. En la era presente, nuestra religión estó amenazada por los ataques del Papismo y de la infidelidad, mientras nuestra Constitución es asaltada por facciones y sediciones. La Institución Orange se creó para hacer frente a este doble peligro, recibiendo su nombre en honor del rey Guillermo III, Príncipe de Orange, el ilustre defensor al que Gran Bretaña debe su liberación de la esclavitud, tanto espiritual como política, y el establecimiento de la religión protestante . . . No nos adherimos a la lealtad exclusiva o al Protestantismo exclusivo, pero ningún hombre, a menos que su credo sea el protestante, y sus principios leales, se puede asociar con nosotros. No reconocemos otras exclusiones. Nuestra institución recibe, y no solicita para su ingreso, a todo hombre cuya religión y carócter pueda arrostrar estas pruebas. También rechazamos un espíritu intolerante. Es un requisito previo, sin el cual el hombre mós rico y mós grande buscaría en vano a nuestra hermandad, que éste sea incapaz de perseguir, dañar o censurar a nadie por sus opiniones religiosas; pero, por el contrario, que esté dispuesto a ayudar y asistir a los ciudadanos leales de cualquier persuasión religiosa, y a protegerlos de la violencia y la opresión. Nuestras reglas (rules) estón abiertas no sólo a miembros de la Institución sino a toda la comunidad. Nuestra Asociación es general; recibe a cualquier hombre Orange con el que se encuentre, y confiamos en que pronto esto se haró en cualquier parte del Imperio. No existe otro juramento, obligación o prueba que un candidato pueda asumir u ofrecer a nuestra Sociedad. La propuesta de miembros, su admisión, y su permanencia con nosotros, se encuentra totalmente libre de trabas como garantías y promesas. Sin embargo, podemos contar verdaderamente al mundo que ninguna persona no cualificada puede entrar, y que ningún hermano que no lo merezca puede permanecer en nuestra compañía. La Institución Orange no puede ser suprimida salvo por medios que subviertan la Constitución de Gran Bretaña, y que borren el nombre del Príncipe de Orange de entre sus soberanos . . . [Si esto ocurriera] la libertad de estos reinos, nuestra religión y nuestra monarquía volverían a situarse bajo la oscuridad papal y la opresión despótica.
Por orden, HENRY MAXWELL, Miembro del parlamento, Gran secretario
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Referencias
(Procedente de R. M. Sibbett, La filosofía Orange en Irlanda y en todo el Imperio, edición revisada. Londres, 1939, II, 29-31, en E.R. Norman, El anti-Catolicismo en la Inglaterra Victoriana (Barnes y Noble, 1968), 129-130).
Modificado por última vez en 1990;