[Este pasaje procede de Los amigos de la igualdad religiosa. La política no conformista en la Inglaterra de mediados del periodo victoriano (páginas 127-29), que el profesor Larsen ha compartido generosamente con los lectores de la Web victoriana. Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

a Disidencia estuvo arrolladora y públicamente a favor de la concesión a los judíos de las libertades civiles plenas. La hegemonía de la filosofía política de los no conformistas militantes se demuestra claramente mediante el apoyo que la comunidad disidente en general otorgó a las aspiraciones políticas de sus compatriotas ciudadanos dentro de la comunidad judía. A pesar de su razón de ser como defensor de los derechos de los no conformistas protestantes, la agenda de los diputados disidentes en 1847 estuvo dominada por estos esfuerzos en nombre de los judíos. La fraseología de la petición relevante de esta corporación demuestra la amplitud de la visión política que abrazó: «Que sus peticionarios son y siempre han sido los amigos de la libertad religiosa y civil y que están deseando que sus bendiciones se extiendan a todos sus compañ eros compatriotas así como a sí mismos . . .» [Actas de los diputados disidentes, 3038, 11 (20 diciembre 1847): 432].

Aparentemente las voces congregacionales (Congregational) estuvieron invariablemente a favor de la medida. Incluso el estandarte británico de Campbell consideró la cuestión en términos de la visión política distintiva que los disidentes tenían que ofrecer. Contrastaba a los sacerdotes que trataban de evangelizar a los judíos, pero que deseaban simultáneamente privarlos de la «igualdad social y la justicia política», con:

Los disidentes, por un lado . . . [que] se adelantaban noblemente para decir «?Es el judío un hombre? Él es hueso de mis huesos, y carne de mi carne, mi compañ ero, y no será, si puedo evitarlo, ¡un esclavo! Exigo para él igualdad de derechos y privilegios, y ¡un lugar en la Constitución!» Dejemos que toda la gente diga incluso esto, ¡AMEN! [Estandarte británico, 24 mayo 1848, p. 374]

El Libro congregacional anual que limitaba sus opiniones al consenso del Congregacionalismo, manifestaba que la medida para la admisión de los judíos estaba «cargada de justicia» y atribuía su fracaso durante la sesión de 1848 a los sacerdotes:

Los prejuicios de la Alta Iglesia (High-Church) de muchos y los miedos de otros, especialmente de los señ ores espirituales, fueron excitados y en consecuencia, a pesar de la noble mayoría de los Comunes, la propuesta de ley fue derrotada [El Libro congregacional anualü (1848), p. 267].

En 1831 Thomas Babbington Macaulay apoyó la eliminación de las incapacidades judías con un comentario que posteriormente sería a menudo citado con propósitos críticos: «Escuchamos de gobiernos esencialmente protestantes y esencialmente cristianos palabras que significan casi exacta y esencialmente gastronomía protestante o esencialmente equitación cristiana» (p. 135). El Patriota admitió que no se identificaba con este sentimiento pero que sin embargo secundaba la causa en la que se había enrolado. El sentimiento argumentaba que se opondría a la causa justo igual que cualquiera, «?Por qué no estimamos como un acto cristiano el admitir a nuestros compatriotas ciudadanos judíos en la asamblea legislativa, un acto perfectamente acorde con los principios cristianos y adaptado para recomendar y promover la fe cristiana?» (El Patriota, octubre 1847, p. 716). En otras palabras, Macaulay se equivoca cuando dice que la religión no tiene nada que ver con la cuestión, dado que estamos apoyando esta causa por razones teológicas. Los órganos del pensamiento congregacional, incluso aquellos calificados como más moderados, secundaron la medida.

Los baptistas (Baptists), como se puede anticipar, pensaban igual que los congregacionalistas. El rico mundo metropolitano de un judío como Baron Rothschild, cuyo deseo de sentarse en el parlamento fue fundamental para la agitación, no fue muy lejano al de los baptistas de Yorkshire en un intento por evitar que asumieran la causa de la emancipación judía (p. 303). Además, denominaciones menos vinculadas con la disidencia militante (Dissent) levantaron sus voces también sobre este tema. Por ejemplo, la revista metodista Nueva conexión (Methodist) inequívocamente apeló a la gente de la denominación que representaba para jugar un papel íntegro en la agitación en nombre del proyecto de ley sobre las discapacidades judías: «Confiamos en que los miembros de nuestras congregaciones no sean retrógrados a la hora de firmar cualquier petición local que pueda aparecer a favor de este tributo adicional a los principios de la libertad genuina» (El amigo, décimo mes [octubre] 1858, p. 185). Incluso el diario cuáquero, El amigo, creía que el proyecto de ley establecía el principio importante de «que las opiniones de un hombre religioso no son un criterio adecuado para los cargos políticos». Josiah Conder notó con aprobación en 1853 que durante la última ocasión en la que los miembros del parlamento tuvieron la oportunidad de votar la eliminación de las discapacidades judías «una unanimidad honorable se manifestó» en la que ni uno de los no conformistas evangélicos votaron en contra (Conder, Cargos políticos, p. 66). La comunidad disidente, consciente por convicción de que el principio de la igualdad religiosa era simplemente uno, abrazó la emancipación judía.

Referencias

Biagini, Eugenio. Liberty, Retrenchment, and Reform: Popular Liberalism in the Age of Gladstone. Cambridge: Cambridge University Press, 1992.

Helmstadter, R. J. "The Nonconformist Conscience," en Gerald Parsons (ed.), Religion in Victorian Britain, IV. Manchester: Manchester University Press.

Larsen, Timothy. Friends of Religious Equality. Nonconformist Politics in Mid-Victorian England. Boydell Press, Woodbridge, Suffolk: 1999. ISBN 0 85115 726 2.


Añ adido el 23 de septiembre de 2000; traducido 2 de noviembre de 2010