[Traducción de Viviane de Moraes Abrahão �revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de�George P. Landow. En los títulos de las obras no traducidas al castellano, la traductora indica con la anotación «Nota del Traductor (N. T.)» entre paréntesis que la traducción de los mismos es obra suya. En caso contrario, la traductora se basa en las traducciones ya disponibles que figuran en el registro ISBN. Del mismo modo, en lo referente a las citas literarias, la traductora indica las traducciones disponibles en castellano. Aquellos casos en los que no se hace referencia a ninguna traducción previa, aluden a la labor traductora de�Viviane de Moraes Abrahão.

Muchas de las informaciones que tenemos sobre Tonna nos vienen por sus memorias en Recuerdos personales (Personal Recollections)(1841). Ella nos brinda con una apasionante versión de su vida, de alguna manera parecida con las autobiografías escritas hoy: una parte de memorias personales, otra de viajes y otra de casi ficción. Además, sus memorias nos dan un maravilloso deslumbre de la vida de una mujer extraordinaria — una mujer con una consciencia social y numerosas causas a defender — viviendo en un tiempo de grandes cambios y progresos sociales. Tonna tenía cincuenta y un años de edad y gozaba de buena salud cuando se publicó Recuerdos personales (Personal Recollections); sin embargo estaba ansiosa por adelantarse a las biografías no autorizadas o especulaciones futuras sobre su vida. Reconocía que su vida no era «de ningún modo deficiente en incidentes extraordinarios» («by no means deficient in remarkable incidents» (Recuerdos personales 3) y sabía que su turbulenta historia marital podría estar abierta a numerosas (y quizás sospechosas) interpretaciones. En un intento de guardar su privacidad, Tonna hizo prometer a sus amigos y conocidos que en el caso de que muriese destruirían todas sus cartas y demás correspondencia.

Recuerdos personales comienza con las memorias de infancia y familiares de Tonna. Ella nació el 1 de octubre de 1790, única hija del reverendo Michael Browne, pastor Anglicano y canónigo menor de la Catedral de Norwich. Sus primeras memorias recuerdan su vida en el palacio episcopal y en los recintos de la Catedral. El típico carácter inglés de Norwich, unido a su excepcional historia, llevó Tonna a creer firmemente haber nacido en esta localidad desempañaba un papel fundamental en formar su profundo patriotismo y su gran apego al Protestantismo. El lugar del sacrificio de los mártires, Lollards’ Pit (N. de T.: lugar donde quemaban a los seguidores del teólogo John Wycliffe que durante el siglo XIV criticó duramente a la Iglesia de Roma, considerándosele un pionero de la Reforma Protestante), se encontraba justo a las afueras de la ciudad y Tonna recuerda que padre la llevaba allí y le hablaba sobre el lugar donde «[La reina] María quemó a gente viva por no querer adorar imágenes de madera» («Mary burnt good people alive for refusing to worship wooden images") (PR 13). Su curiosidad se desató, pero en lugar de responder a su montón de preguntas, su padre le presentó un folio antiguo con los Hechos y Monumentos(Acts and Monuments) (1563) de John Foxe (1516-87)� — generalmente conocido como El Libro de los Mártires (El libro de los mártires) de John Foxe — sobre el que se abalanzó «con ojos afligidos y corazón palpitante» ("with aching eyes and a palpitating heart") (PR 13). Cuando su padre la encontró algo después, le miró con las mejillas ardiendo y le preguntó: «�Pueden matarme en la hoguera a causa de mi religión como lo fueron ellos? Quiero ser un mártir» ("may I be burned to death for my religion, as these were? I want to be a martyr") (PR 14).

De la madre de Tonna descubrimos muy poco en Recuerdos Personales excepto el hecho que su nombre de soltera era Murray y que era hija de un eminente médico. Ella parece haber sido la personificación del «ángel de la casa» tan reverenciado por la sociedad victoriana: desinteresada, piadosa y totalmente doméstica. Por el contrario, Tonna confiesa una antipatía natural a todo lo que no necesitaba sus poderes intelectuales, y, a consecuencia, no fue de ninguna ayuda a su madre en las labores del hogar. Con un indicio de arrogancia, Tonna admite que desestimó todas las actividades habituales y los intereses femeninos de su época como triviales. Altaneramente escribe «Me llené de un profundo desprecio hacia las mujeres, los niños y los asuntos domésticos, consolidándome detrás de barreras invisible que pocos, muy pocos, podían cruzar» ("I imbibed a thorough contempt for women, children, and household affairs, entrenching myself behind invisible barriers that few, very few, could pass") (PR 25).

El desprecio de Tonna por la domesticidad y los intereses femeninos parece tener su origen en la actitud (ciertamente progresista) de su padre hacia estas cosas. Se puso furioso cuando descubrió que a Tonna, a los ocho años, se la educaba en las labores domésticas de su sexo, presumiblemente por instigación de su madre. Su padre también fruncía el ceño ante los zapatos femeninos de moda que comprimían los pies, y que podían producir deformidades. Tonna admite que no tenía una figura grácil de «[cintura] de avispa o un reloj de arena» («a waspt ora n hour-glass»). Sin embargo «pasó a reunir justamente meras formas humanas, moldadas por Dios» ("passed muster very fairly among mere human forms, of God's moulding») (PR 31). Subraya no haber sufrido a causa de la moda o belleza y que toda su vida consiguió evitar «los dolores de cabeza, y otras enfermedades femeninas» ("headaches, and other lady-like maladies") (PR 31).

Tonna no siempre disfrutó de una buena salud. En el intento de curar un ataque temporario de ceguera, los doctores prescribieron experimentalmente mercurio. Resultó ser tan tóxico que le dejó «flotando al borde de la tumba» ("hovering on the verge of the grave") (PR 26). Ella insiste en que la pérdida total de su audición, antes de cumplir los diez años, se debió a este severo tratamiento. Como consecuencia de su sordera profunda, ella se refugió en los libros, encerrándose en su habitación y rehuyendo toda forma de contacto humano. Sus padres estaban tan preocupados que llamaron a un nuevo grupo de doctores, quienes decidieron que un inmediato traslado al campo era necesario para su supervivencia. En este sentido, su padre intercambió sus tareas parroquiales con un colega, se hizo cargo de su congregación del pueblo de Bawburgh, cuatro millas al oeste de Norwich, y contrató una casa cerca de la iglesia. Allí Tonna tuvo la oportunidad de cumplir todas las condiciones ordenadas por los médicos: «tener una libertad ilimitada; vivir enteramente al aire libre, salvo cuando mi padre lo prohibía; y a divertirme con todas las ocupaciones rurales» ("I was to have unbounded liberty; to live entirely in the open air, save when the weather forbade; [and] to be amused with all rural occupations") (PR 27). Lo más extraordinario fue la recomendación de que debía frecuentar las granjas con el propósito de inhalar el aliento de las vacas.

A lo largo de Recuerdos personales Tonna vuelva una y otra vez al intenso vinculo fraternal que ella compartía con su «otro yo»: su único hermano menor, John Murray Browne. Mientras que la relación con su padre floreció en una atmosfera de intereses intelectuales y políticos compartidos, la relación con su hermano parece haberse basado en diferencias. Ella admite que él era su completo opuesto:

No es que se pareciera a mi en nada, porque era un bello niño prodigio, y yo una niña ordinaria; totalmente libre que cualquier predilección por el aprendizaje, siendo alegre y volátil en el más alto grado.

Not that he resembled me in any respect, for he was beautiful to a prodigy, and I an ordinary child; he was wholly free from any predilection for learning, being mirthful and volatile in the highest degree (PR 12).

Desde una edad muy temprana, el hermano de Tonna quiso ser un soldado. Ella recuerda como él dio sus los primeros pasos lejos de la puerta detrás del pífano el y tambor del grupo de reclutamiento. Con posterior arrepentimiento, Tonna le animó en sus ambiciones, considerando la cuestión entonces a través del «engañoso medio del romance: la gloria, la fama, la corona del vencedor o la tumba del héroe» ("the lying medium of romance: glory, fame, a conqueror's wreath or a hero's grave") (PR 64). En Recuerdos personales, Tonna proporciona solo un breve esbozo de la carrera militar de su hermano, aunque más detalles al respecto de él son revelados en un obituario escrito por un Dr Southey en el Quarterly Review de Julio de 1829, que aparece como un apéndice en la cuarta edición de Recuerdos personales, publicado en 1854. De este registro aprendemos que obtuvo una comisión en 1809 y se unió al 48� Regimiento en España, donde luchó en la Guerra de la Independencia Española (1808-1814). Después de un periodo en el cual comandó un regimiento de infantería portuguesa, su hermano volvió a Inglaterra con su familia para empezar dos años de estudios en el Colegio Militar de Sandhurst, con el fin de prepararse para una futura posición de mayor categoría. Su hermano y su familia (incluyendo Tonna y su madre) se mudaron a una casa de campo aislada en las afueras de Bagshot Heath; Tonna recuerda que los años vividos con su hermano en esta localidad fueron los más felices de su vida. Trágicamente, John Murray Browne se ahogó en un accidente naval mientras estaba con su regimiento en Mullingar, Condado de Westmeath, Irlanda, en 1829.

Tonna tenía veinte dos años cuando, tras la muerte prematura de su padre, se trasladó con su madre a Londres para una larga estancia con algunos parientes cercanos. Fue allí donde conoció a un hombre, «un oficial en excedencia, convirtiéndome en su esposa, después de seis meses» ("an officer on leave of absence, whose wife, at the end of six months, I became") (PR 73). Así, en una sola frase, Tonna recuerda el evento más importante y que cambió su vida: su primer matrimonio. En este caso, sería un matrimonio que le causaría gran angustia, mancharía su imagen y oscurecería su vida durante veinticuatro años. Aunque no le menciona por su nombre, el Teniente George Phelan, irlandés, entró en su vida. Tras esta revelación, dirige la narrativa por otros derroteros, dándose prisa en llegar en lo que quería retratar como el momento más importante de su vida, su conversión al cristianismo evangélico: «Me muero de ganas de llegar a aquél periodo cuando la luz del glorioso evangelio de Cristo brilló por primera vez en mi a través de la oscuridad de muchas difíciles dispensas: por lo tanto, paso por alto mucho de lo que ocurrió entremedias» ("I am longing to arrive at that period when the light of the glorious gospel of Christ first shone on me through the darkness of many trying dispensations: therefore I pass by much that intervened") (PR 74). Así, de esta forma, se salta su noviazgo y el comienzo de su matrimonio, para recordar su viaje hacia Nueva Escocia a través del Atlántico.

Su reticencia ha hecho necesario buscar información de su primer marido en otras partes. Según los documentos de los archivos nacionales, George Phelan (1791-1837) estaba en el mismo regimiento que el hermano de Tonna — el 48� (o Northamptonshire) Regimiento — a lo cual se incorporó el 14 de junio de 1811. Es interesante que las primeras impresiones de Phelan sobre Tonna llegasen a través de cartas de Tonna a su hermano. La pareja casó en 15 de mayo de 1813 en la Iglesia de St Mary en Lambeth. Más tarde este año Phelan fue enviado a Norteamérica Británica (ahora Canadá), primero a Halifax, donde se incorporó al 7� Batallón del 60� Regimiento, también conocido como Royal American (posteriormente King’s Own Rifle Corps), como oficial de campo. Mientras estuvo ahí fue promovido a capitán. Era casi seguro que desde este lugar Tonna recibió una citación para que le siguiera sin demora.

Entre 1815 y 1816, el marido de Tonna se encontraba con su regimiento en Annapolis Royal, Norteamérica Británica. Su unidad se trasladó al Fuerte Edward en Windsor, Nueva Escocia, donde permaneció hasta 1818. Las fechas se mencionan raramente en Recuerdos personales, pero Tonna escribe que pasó algún tiempo en estas localidades. En total, la permanencia de Tonna en la Norteamérica Británica fue solo cerca de dos años, pero las experiencias de esta época quedaron indeleblemente impresas en su memoria, surgiendo más tarde en sus escritos. Recordando su tiempo en Norteamérica Británica, Tonna sugiere que no todo funcionaba bien en su matrimonio. No menciona a su marido, aunque escribe indirectamente de «circunstancias adversas» ("adverse circumstances") y de haber pasado por «muchas aguas de aflicción» ("many waters of affliction") (PR 84). L.S. Loomer desenterró algunos testimonios interesantes y reveladores que sirven para arrojar luz sobre el primer matrimonio de Tonna:

Antiguos residentes de Annapolis recuerdan a Tonna sentada en la iglesia mientras su marido le repetía los sermones por medio de lengua de señas. El Capitán Phelan no siempre era tan amable. Se sabía que golpeaba a su esposa, haciéndolo cada vez más durante los años restantes de su matrimonio, a medida que enloquecía progresivamente. (Loomer 10)

Old residents of Annapolis used to recall [Tonna] sitting in church while her husband repeated the sermons to her by the finger alphabet. Captain Phelan was not always that kind. He was known to beat his wife, which he did increasingly during the remaining years of their marriage, while he became progressively insane. [Loomer 10]

Además, Monica Correa Fryckstedt descubrió una carta escrita por Tonna a su médico que apoya la sugerencia de que Phelan estaba mentalmente enfermo. En esta carta, Tonna confía a su doctor como su vida como Sra. Phelan estaba llena de «sufrimientos durante un matrimonio muy infeliz con una personas mentalmente trastornada» ("�sufferings during a very unhappy marriage to one really deranged in mind'") (citado en Fryckstedt 82).

Después del periodo en Norteamérica Británica, Tonna acompañó a su marido a Irlanda, donde su familia tenía una pequeña propiedad. Ella vivió ahí cinco años y tres meses, la mayor parte del tiempo completamente sola, mientras Phelan supervisaba una demanda en Dublín. Fue aquí donde ella hizo amistad y más tarde adoptó a un niño irlandés sordomudo llamado Jack Britt, cuya conversión al Protestantismo fue para ella «una corona de júbilo» ("a crown of rejoicing") (PR 178). En 1820, Phelan fue enviado al extranjero para reincorporarse a su regimiento en Norteamérica Británica. Ella se negó a cruzar el Atlántico por segunda vez, y esto parece haber marcado el inicio del alejamiento marital.

Recuerdos personales alude solo más una vez a Phelan. Como un fantasma del pasado él surge en un momento en que Tonna se cree tranquilamente establecida con su hermano en Sandhurst. Tonna escribió prolíficamente durante este periodo, impulsada por un deseo de llegar a ser financieramente independiente. Pero parece que Phelan tenía otras ideas:

Me movía en la prosperidad cuando de pronto hubo un intento por reclamar beneficios de mi pluma. La demanda era, probablemente, legal, de acuerdo con la letra estricta de estatutos existentes, aunque las circunstancias pesaban mucho en mi favor. Pero eso momentáneamente se redujeron en gran medida el valor de mis derechos de autor y mi carrera se detuvo en el punto en el que, con mayor fuerza, deseaba continuar con constancia. (PR 222)

I was going on most prosperously when an attempt was suddenly made from another quarter to establish a claim to the profits of my pen. The demand was, probably, legal, according to the strict letter of existing statutes, though circumstances would have weighed strongly in my favour. But it greatly reduced the value of my copyrights, for the time being, and I found myself checked in my career at a juncture when it was especially my desire to go on steadily (PR 222).

Legalmente, Phelan podía reclamar las ganancias de su esposa como suyas, bajo una ley que no fue revocada hasta la aprobación del Acto de Propiedades de Mujeres Casadas (Married Women’s Property Act) de 1882. Fue durante esta coyuntura cuando Tonna adoptó el seudónimo de «Charlotte Elizabeth», en un intento por proteger sus ingresos y su anonimato. Si Phelan estaba decidido a demandar su parte es poco probable que tan solo un cambio de nombre fuese suficiente; sin embargo, es mucho más probable que fuese su deteriorada salud lo que le impidió seguir con el asunto.

Recuerdos personales es nuestra principal fuente de conocimiento sobre la vida de Tonna, pero como la obra está escrita totalmente desde su punto de vista, es probable que sea parcial y posiblemente poco fiable. Lo que queda claro es que, cuando Phelan murió, Tonna finalmente escapó de la posición social vergonzosa que soportaba como esposa alejada de su marido. Como Clara Lucas Balfour señala: «en 1837, la muerte del Capitan Phelan la liberó de lo que evidentemente fue un yugo de aflicción» ("in 1837, the death of Captain Phelan released her from what had evidently been a grievous yoke") (Balfour 39). Tonna hizo frente a su situación difícil, en parte por su carácter indomable, y en parte porque, como evangélica, porque aceptaba todo como parte del gran plan de Dios. Por esta razón, se sometió de buena gana a lo que creía ser el castigo divino, y soportó su sufrimiento en silencio. Su recompensa en esta vida vino en forma de una segunda relación, mucho más satisfactoria. En 1841 se casó con Lewis Tonna (1812-57), un hombre veintidós años menor que ella. Con él, encontró por fin toda la «abundancia de paz domestica» ("abundance of domestic peace") (PR 367) que se le había escapado durante su desafortunado matrimonio con Phelan.

En algún momento de 1824, el año entre su llegada en Inglaterra desde Irlanda y la vuelta de su hermano a Portugal, cuando Tonna conoció personalmente a la célebre reformista evangélica Hannah More�(1745-1833). Tonna visitó a More en su casa de campo en Clifton, cerca de Bristol, donde ella se había retirado después de la traumática controversia de Blangdon. More tenía cerca de ochenta años y Tonna la describió como una «dulce y santa anciana» ("sweet old lady", "aged saint") (PR 209). El éxito de More en crear una cadena de establecimientos de educación pudo haber proporcionado el estímulo que Tonna necesitaba para empezar una escuela dominical propia.

Fue durante su estancia de dos años en Sandhurst cuando Tonna tuvo la oportunidad de satisfacer su «gran interés por los jóvenes» ("great interest in the young") (PR 290) y de probar sus métodos educativos. Aunque su primera intención al crear una escuela era convertir a sus alumnos más al protestantismo, no oculta el hecho de que había otro motivo para inculcar la enseñanza de las Escrituras en los niños del pueblo. Este era su deseo de proveerles de una estructura religiosa y un fundamento moral para repararles para lo que describe como trabajo «noble». Lo consideraba indispensable en un tiempo de grandes cambios industriales y agitaciones políticas, especialmente para los niños de una clase cerca de la extrema pobreza. Señala que «son la clase social más importante, como pronto se descubrirá; porque son los órganos Cartistas oficiales, y posibles agentes activos orientados a obras de maldad infinita» ("They are the most important class, as we shall soon find; for from them are the�Chartist�bodies officered, and active agents supplied in works of infinite mischief") (PR 297).

Así como su ferviente deseo de divulgar la palabra de Dios a través de su escritura y su enseñanza, Tonna persigue su anhelado intento proselitista de convertir a los católicos irlandeses en protestantes. Desempeñó un papel muy importante en crear una iglesia protestante en la región de St. Giles de Londres para el beneficio de los habitantes de los barrios de inmigrantes irlandeses, y decidió visitar personalmente todos los casos de pobreza llevados a su conocimiento. Sus amigos quedaron espantados por su propuesta, temiendo que los «salvajes irlandeses» la matase; pero no era fácil de disuadir. Es revelador como compara su tarea con el trabajo de los misionarios en Sierra Leona, «u otras estaciones misionarias donde acudían muchas damas» ("or other missionary stations where many ladies went") (PR 336). Afirma que los irlandeses le dieron la bienvenida con los brazos abiertos y que nunca experimentó una palabra cruel o una mirada irrespetuosa por parte de alguien a quien intentó ayudar. Era su creencia de que se la valoraba porque, aunque los irlandeses la consideraban «enemiga de su religión», reconocían que era «una amiga amable de su país y de sus almas» ("the enemy of their religion", "the loving friend of their country and of their souls") (PR 337).

Charlotte Elizabeth Tonna: "Una vida de ningún modo deficiente en incidentes extraordinários»

Obras citadas

__________.�Personal Recollections. 1841. London: R. B. Seeley & W. Burnside, 1841.

__________.�The Perils of the Nation: An Appeal to the Legislature, The Clergy, and the Higher and Middle Classes. 1843. London: Seeley, Burnside and Seeley, 1843.

__________.�Judah's Lion. 1843. London: Seeley, Burnside, and Seeley, 1847.

Fryckstedt, Monica Correa. "Charlotte Elizabeth Tonna: A Forgotten Evangelical Writer."�Studia Neophilologica�53 (1980): 79-102.

Loomer, L.S. "Charlotte Elizabeth (Browne) Phelan (1790-1846)."�Canadian Notes and Queries�(Nov. 1974): 9-11.

Tonna, L. H. J.�Life of Charlotte Elizabeth and A Memoir. 1847. New York, NY: M. W. Dodd, 1852.


Charlotte Elizabethe Tonna

Modificado por última vez el 16 de julio de 2007; traducido 11 de enero de 2011