[Traducción de Estefanía Gisele Saavedra revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. *** = disponible sólo en Inglés]
Según Robert Bernard Martin, Browning asegura su propia identidad en una gran familia al adoptar los roles de
Poetisa doméstica y, más peligroso por su propia estabilidad, el rol de invalida de la familia.Sus síntomas fueron tan cuidadosamente ocultados, que es fácil ver que sufrió, de alguna manera, de problemas pulmonares, que finalmente, la mataron. Pero también de una enfermedad psicosomática, con anorexia nerviosa, que la llevó a creer en secuelas físicas, de las cuales sus doctores no pudieron encontrar evidencia. A los trece años, ella misma, tomo la determinación de que tenía una “enfermedad biológica de corazón” auto-diagnosticándose. Cuando fue enviada a Gloucester para un tratamiento extenso, menciona un problema en su columna. Sin embargo, su doctor no fue capaz de encontrar nada malo en ella. Años más tarde, se explicó que, de niña, había sufrido una caída u otro accidente de equitación que le había causado todos sus problemas. Pero no se había mencionad hasta el momento. Cuando tenía quince años empezó a tomar opio para calmar el dolor y el insomnio que mantuvo por el resto de su vida. Su necesidad de escapar de su familia, a la cual estaba aferrada tan tenazmente, se ve en su negativa de informarles casi medio año después del diagnóstico, aludiendo razones médicas para posponer su vuelta a Hope End.
[She assumed the rile of] resident poet and, more dangerously for her own stability, that of family invalid. . . . Her symptoms are so carefully recorded that it is easy to see that she suffered from some form of lung trouble, which finally killed her, as well as psychosomatic illnesses including anorexia nervosa that led her to believe in physical causes for which her doctors could find no evidence. At thirteen she decided she had 'natural ill health' and set about fulfilling her own diagnosis. When she was sent to Gloucester for extended treatment, she mentioned trouble with her spine, but her doctor could find nothing wrong with it. In later years it was explained that as a girl she had had a fall or other riding accident that caused all her trouble, but there was no mention of it at the time. When she was fifteen she had begun the opium habit for relief of pain and sleeplessness that dogged her for the rest of her life. Her need to escape from the family to which she clung so tenaciously is indicated by her neglecting to inform them for nearly half a year after she was told that there was no medical reason to postpone her return to Hope End.
Referencias
Martin, Robert Bernard. "A Valetudinarian and Her Values." Times Literary Supplement. (August 18-25, 1988): 900.
Creado 2003; traducido 10 julio de 2015