[Traducción de Victoria Parra Ortiz revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]
l triunfo del tiempo", uno de los mejores poemas de la primera época de Swinburne, se inicia con la figura de un naufragio, pues ahora que está a punto de separarse de su anónima amada, se da cuenta de que él existe, y existirá a partir de este momento, en condición de marinero naufragado. Entonces, todo lo que sigue en el poema debe considerarse un monólogo interior, pues el poeta ha decidido callarse y reprimir su queja a la amada perdida. Después de destacar el hecho de su pérdida con la afirmación de que los dos podrían haber sido como dioses y haberse unido a los elementos, la voz poética deja atrás esos sueños rotos para enfrentarse a un paisaje desértico, que limita con un océano baldío. Pronto nos damos cuenta de que este paisaje funciona como el equivalente del estado de ánimo y el espíritu de la voz poética, pues ambos están "sick of the run and the rain", lóbregos y abrasados. Aquí, frente al "sweet sea, mother of loves and hours" , el entristecido amante admite que, igual que él no ha sido capaz de preservar su amor, existen pocas cosas que los humanos puedan conservar:
It is not much that a man can save
On the sands of life, in the straits of time,
Who swims in sight of the great third wave
That never a swimmer shall cross or climb.
Some waif washed up with the strays and the spars
That ebb-tide shows to the shore and the stars;
Weed from the water, grass from a grave
A broken blossom, a ruined rhyme. [81-89]
El hombre, que ha sido arrojado al mar del tiempo, sólo puede atesorar restos perdidos y la deriva del mar, siendo una de sus formas la poesía.
En "El triunfo del tiempo", Swinburne encuentra una función para la poesía y puede entonces responder afirmativamente a la pregunta que formula Gerard Manley Hopkins en un contexto muy diferente — "¿es cosecha el naufragio?" ("is the shipwreck then a harvest?") (El naufragio del Deutschland, 1875) — La poesía permite a Swinburne transformar las penas y estragos del tiempo en belleza, y además captura — de hecho, rescata — ciertos momentos significativos del océano devorador.
Para Swinburne, como para Rossetti, la poesía enriquece estos instantes de iluminación, convirtiéndolos en verdaderos centros de nuestras vidas. A diferencia de Rossetti, caracterizado por su mayor dependencia de formas concentradas, como el soneto, para crear y conservar dichos momentos significativos, Swinburne escoge formas mucho más difusas que le permiten volver a su principal idea poética desde distintos puntos de la brújula. Como ha destacado Jerome J. McGann:
Su modo de pensar convierte todos los procesos secuenciales de comienzos, nudos y desenlaces en círculos independientes. Esto es por lo que suele hablar acerca de la �vida� de Tristán e Isolda en términos espaciales y no temporales: su vida en esencia nunca cambia, nunca necesita ser buscada ni encontrada. [ . . . ] Estilísticamente, el resultado es que su poesía no tiende a moverse en una dirección como si se tratara de un camino, sino que acumula añadidos, como si fuera un coral. [ . . . ] Es proclive a formas que no avanzan del mismo modo en que giran alrededor de un centro, que acumulan lo que puede ser una variedad apabullante de figuras e imágenes que interactúan constantemente entre ellas.
His method of thought turns all sequential processes of beginnings, middles, and ends into self-contained circles. This is why he characteristically talks about the "life" of Tristram and Iseult in spatial rather than temporal terms: their essential life never changes, never needs to be sought for and found. [ . . . ] Stylistically, the result is that his poetry tends not to move in a direction like a path, but to accumulate additions, like coral. [ . . . ] His propensity is toward forms which do not so much move forward as they spin off from a center, accumulating all the while what can be a bewildering variety of figures and images which are constantly interacting with each other". [Swinburne: An Experiment in Criticism, pp. 141, 41]
Mientras que Tennyson y Browning escriben una poesía acumulativa que desarrolla momentos de iluminación, la forma característica de Swinburne deriva del hecho de que sus ideas poéticas surgen de un centro o germen, pero vuelven inevitablemente a él; y después se repite el proceso una y otra vez, con lo que cada trazado del trayecto mental deposita capas adicionales de significado y emoción sobre la idea central.
En "El triunfo del tiempo", por ejemplo, la voz poética empieza diciéndole calladamente a su amada (a quien se dirige únicamente dentro de los límites de su propia mente) que nunca dirá nada que un hombre pudiera decir en tal ocasión de pérdida irrevocable, pero inmediatamente después se ve obligado a pensar sobre lo que han perdido. Este sueño de lo que podría haber sido le devuelve pronto al hecho de la pérdida, entonces se detiene y el proceso, que dramatiza el poder obsesivo de su añoranza, comienza una vez más. Este medio de organización poética encierra a la voz poética dentro del momento de sufrimiento al mismo tiempo que le permite expandirlo hasta que abarca toda vida y todo tiempo. La organización poética característica de Swinburne, en otras palabras, está claramente unida a sus conceptos de tiempo y vida humana, pues, aunque no es apropiada para expresar las formas de experiencia tennysonianas, le posibilita dotar de una importancia central a ciertas situaciones cuidadosamente escogidas y, de este modo, las transforma en momentos representativos.
Referencias
McGann, Jerome J. Swinburne: An Experiment in Criticism. Chicago: University of Chicago Press, 1972.
Modificado por última vez el 22 septiembre de 2009;
traducido el 5 de marzo de 2011