[Traducción de Maya Zalbidea Paniagua. Edición de Asunción López-Varela. El diseño HTML y el formato de >George P. Landow.]

•••La revolución industrial impulsó la tecnología que hizo posible que los productos fueran manufacturados a gran escala y dio empleo a cientos de personas. Con todo este cambio, sin embargo llegaron las adversidades y los problemas, incluyendo las discrepancias constantes entre trabajadores y propietarios de las fábricas en cuanto a las condiciones laborales y salariales. Los obreros formaron sindicatos para orientar sus intereses y a veces estos sindicatos eran un intento de mostrar a los empleados sus querellas.

En noviembre de 1853, los obreros de Preston se pusieron en huelga por un número de razones. Según ellos, los propietarios habían prometido un aumento en el porcentaje de los salarios debido a la prosperidad de 1847, pero cuando llegó la prosperidad los sueldos no aumentaron. Cuando los obreros insistían en un aumento, los amos amenazaban con cerrar sus centrales dejando a miles de empleados sin trabajo. De acuerdo con The London Illustrated News

Parece ser que en 1847, cuando tuvo lugar una reducción del 10 por ciento, los propietarios prometieron a sus obreros — o así se lo hicieron entender — un aumento del 10 por ciento en su sueldo tan pronto como volviera la prosperidad. La prosperidad vino, pero con ello no hubo ninguna subida general — o al menos no el aumento que se esperaba. La insatisfacción comenzó a prevalecer... Había llegado el momento de insistir en una subida general de pagos en sus comercios respectivos... los amos creyendo que la intención enfrentarse a ellos, cerraron sus fábricas. ["The Preston Wages dispute," November 12, 1853]

Una huelga similar tiene lugar en Norte y Sur de Gaskell, sucedió dos años después de la huelga de Preston. Todos los trabajadores rechazan trabajar para los propietarios de la fábrica del algodón de Milton por razones similares a las de Preston. Sus empleados les pagan miserablemente y tienen planeado reducirles el salario. Según los obreros, los propietarios se hacían ricos a costa de su trabajo porque obligaban a los obreros a aceptar los recortes. “-Pues mire, porque hay cinco o seis patronos que se niegan a pagar los salarios que llevan pagando los dos últimos años sin dejar de prosperar y enriquecerse cada vez más. Y ahora van y nos dicen que tenemos que ganar menos. Y no queremos. Antes nos morimos de hambre. A ver quién trabaja para ellos entonces.” (Gaskell 110) . Los sucesos y detalles de la novella de Gaskell claramente reflejan los sucesos de la sociedad victoriana.

La mayor parte del tiempo las dos facciones se entendieron mal y discreparon unos de otros. En Norte y Sur, el propietario contó su versión de la historia, que se diferenció enormemente de las visiones de los otros. Están indignados porque no entienden que el precio del algodón en el mercado ha caído y por lo tanto los patronos se ven obligados a recortar sus gastos si deben competir con los americanos.

Pues que los americanos están introduciendo sus hilados en el mercado general, de modo que no nos queda más salida que producirlos a un precio más bajo. Si no podemos hacerlo, tendremos que cerrar el negocio de inmediato y a la calle todos, obreros y patronos. Pero estos estúpidos vuelven a los precios de hace tres años. [Gaskell 118]

Esta falta de comunicación, unida al desprecio que los patronos tenían por los obreros, fueron las raíces de los problemas entre obreros y patronos.

El artículo del periódico señalaba que los patronos eran crueles con los obreros innecesariamente, y así causaron la enemistad. "Se les culpa de haber sido los causantes de un comportamiento severo, que crea una constant desconfianza y violentas rupturas, como en el presente” ("The Preston Wages Dispute," The Illustrated London News, 12 de noviembre, 1853).

La misma actitud aparece en Norte y Sur. Al principio el señor Thorton piensa que si los obreros son pobres es su culpa. Así que merecen vivir en condiciones horribles.

Creo que el sufrimiento que la señorita Hale dice que está grabado en los semblantes de la gente de Milton es sólo el castigo natural por el placer disfrutado deshonestamente en alguna etapa anterior de sus vidas. No creo que las personas sensuales y demasiado indulgentes consigo mismas merezcan mi odio; sólo las miro con desdén por su falta de carácter. [Gaskell 70]

Más adelante en la novela Thorton cambia debido a la influencia que Margaret ejerce sobre él. Aprende que estos hombres no son distintos a él. Son como él y no merecen ser tratados con desprecio. “Una vez cara a cara, de hombre a hombre, con un individuo de las masas que le rodeaban y (muy importante) al margen de la condición de patrono y trabajador en primer lugar, habían empezado a reconocer que todos tenemos un corazón humano” (Gaskell 336). Si los patronos de la sociedad victoriana hubieran seguido el ejemplo de Thorton, todo el odio entre las dos partes se habría disuelto.


Last modified 27 marzo 2000; traducido el 23 de decembre de 2013