[Traducción de Estefanía Gisele Saavedra y Ana Abril Hernández, revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. *** = disponible sólo en Inglés]

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lizabeth Barrett Browning ya era una respetada poetisa mucho antes de su noviazgo y matrimonio con Robert Browning, sin embargo, parece que su memoria es a menudo se reduce a la frase, “¡Cuánto te quiero” [“How do I love thee"]. El romance epistolar secreto entre Elizabeth Barrett y Robert Browning, seguido de su controvertida fuga y final de cuento de hadas de un matrimonio feliz y completo con un hijo ha fascinado a los lectores de sus contemporáneos hasta la actualidad. La obra que más simboliza esta lectura de Elizabeth Barrett Browning, la poeta, en la mente de la gente de su período y aún de hoy, son los "Sonetos de la portuguesa". Este añadido de 1850 a su colección, Poemas, le valió tanto los mayores elogios como, más tarde, el desprecio, en base a una interpretación biográfica de su trabajo.

La historia de amor de Elizabeth Barrett Browning y Robert Browning comenzó en 1845 cuando Robert escribió a Elizabeth alabando su poesía. Su admiración por Barrett como poetisa no era extraña "Ya que Elizabeth Barrett era una escritora famosa y respectaddo cuyo trabajo se consideraba erudite, innovador, oscuro y difícil, a la par que expresivo y emotivo." (Mermin 351) ["for Elizabeth Barrett was a famous and respected writer whose work was considered learned, innovative, obscure, and difficult as well as expressive and moving"]. Después de veinte meses de correspondencia y citas, ambos se fugaron y se trasladaron a Italia. Durante el tiempo de su noviazgo, Barrett comenzó la serie de sonetos inmediatamente después de su primera cita, y en los que narra las reacciones de la joven sobre su relación. La poetisa no le enseño los poemas a Robert hasta tres años después del matrimonio y del nacimiento de su hijo (Adams xvi).

Para el lector victoriano, los sonetos eran el epítome de la poesía recomendable para las mujeres escritoras por mostrar a la mujer en su mejor papel: el de pareja que expresa sus sentimientos amorosos. La popular historia mitificada de cómo Elizabeth presentó por primera vez los poemas de Robert es un ejemplo de por qué sus poemas eran tan apreciados en su época. La introducción de Edmund Gosse a la edición 1894 de los Sonetos le cuanta al lector una historia ficticia; que Elizabeth se deslizó tímidamente detrás de su marido y "le sujetó por el hombre para que no se volviese a mirarla, y …le metió un montón de papeles en el bolsillo del abrigo. Le dijo que los leyese, y que los rompiese si no le gustaban, y después salió disparada a refugiarse en su dormitorio" (citado en Mermin 359) ["held him by the shoulder to prevent his turning to look at her, and . . . pushed a packet of papers into the pocket of his coat. She told him to read that, and to tear it up if he did not like it; and then she fled again to her own room"]. Después, ella se sintió avergonzada de tener los sonetos publicados. Para ahondar en el tema de la vergüenza, se dice que el título, "Sonetos de la portuguesa", fue elegido para hacer que el contenido pareciera menos personal (Stack xii), utilizando el pretexto de una traducción de la obra de otro poeta ("The Style and Work of Elizabeth Barrett Browning"). Sin embargo, el título era en realidad una referencia a una expresión de cariño que Robert tenía para Elizabeth, mi pequeña portuguesa, una referencia a su tez oscura ("The Style and Work of Elizabeth Barrett Browning"). A pesar del halo de fantasía con el que se presentan los poemas, la realidad era mucho menos embarazosa y, por lo tanto, mucho menos atractiva para el público victoriano. En 1864, Browning explicó la historia detrás de los sonetos, especialmente el retraso en la presentación de los poemas:

Todo este retraso por haber dicho algo sobre poner el amor que uno siente en verso; y luego por haber dicho otras cosa desde el otro lado… y la mañana siguiente ella dijo dudosa "¿Sabes que una vez escribí poemas sobre ti? —y luego —"Aquí están, si es que quieres verlos."…Todavía veo su gesto, y escucho su tono de voz…Después, la publicación corrió de mi cuenta… toda una prueba el ocultarlo un poco dejando sin publicar un soneto claramente relacionado con trabajos anteriores; pero se incluyó después, cuando la gente quitó la máscara que, anteriormente, había respetado en la mascarada. Nunca me importó.[citado en Mermin 359]

all this delay, because I happened early to say something against putting one's love into verse: then again, I said something else on the other side . . . and next morning she said hesitatingly "Do you know I once wrote some poems about you?" — and then — "There they are, if you care to see them." . . . How I see the gesture, and hear the tones . . . Afterward the publishing them was through me . . . there was a trial at covering it a little by leaving out one sonnet which had plainly a connection with the former works: but it was put in afterwards when people chose to pull down the mask which, in old days, people used to respect at a masquerade. But I never cared. [citado en Mermin 359]

A pesar del hecho de que la explicación de Browning fuese publicada antes que la de Gosse, la de éste último se publicó también, y continuó siendo citada y reimpresa. El mito tenía más atractivo para los victorianos que la propia realidad. Esta historia de cuento de hadas, y lejos de lo real, ejemplifica cómo la biografía —o en este caso, la pseudo-biografía— distorsionó la lectura de Elizabeth Barrett Browning como poetisa y autora de los "Sonetos". Los "Sonetos" fascinaron a los lectores por la historia de fantasía asociada a ellos, no por los textos en sí mismos.

La historia de la publicación muestra cómo a los victorianos les encantaron los "Sonetos" y la biografía de Elizabeth Barrett Browning. Las primeras reacciones de 1850 a los poemas no fueron muy favorables. Se recibieron con reticencia en lugar de alabanzas, y el éxito de los mismos no llegaría hasta más tarde, cuando se conoció su relación con la biografía. (Lootens 126). Muchas de las primeras biografías de Barrett Browning simplemente la consideran en su faceta de poetisa y apenas mencionan "Sonetos" (Lootens 129). Sin embargo, tras su muerte se conocieron más detalles biográficos de su vida, incluyendo su noviazgo y matrimonio con Browning, y estos detalles cambiaron la percepción de los Sonetos así como de su de carrera literaria.

En 1861, un artículo en el Edinburgh Reviews sobre Barrett Browning afirmó lo siguiente:

Una de las características más peculiares del gusto por la historia literaria moderna es el interés de los lectores no tanto por la belleza y estética de las obras del poeta, como por la personalidad de la que surgen. Este sentimiento se intesifica por el gusto hacia el análisis psicológico, en aumento en la época moderna, y por su condición de espectáculo donde la naturaleza del entusiasmo se mantiene poderosamente fiel a sus propias aspiraciones. ["The Works of Elizabeth Barrett Browning" 513]

[One of the most peculiar characteristics of modern literary taste is the interest that readers find, not so much in the positive beauty and attractiveness of the works of a poet, as in the study of the character from which they spring. This feeling is excited not only by that love of psychological and individual analysis which is a growth of modern times, but also by the spectacle of an enthusiastic nature remaining courageously and unweariedly true to its own aspirations. — "The Works of Elizabeth Barrett Browning" 513]

Esta declaración resume la motivación de alabanza hacia los "Sonetos". Los lectores de la época se deleitaban con una conexión biográfica con la poesía, y encontraron los detalles biográficos de Barrett Browning particularmente interesantes; en parte porque representaban el concepto de la época sobre lo que poetisas debían escribir.

Al darse a conocer los detalles biográficos sobre Barrett Browning, ella y sus sonetos fueron leídos más y más desde una perspectiva biográfica. En un artículo 1862 escrito por C.B. Conant que compara los "Sonetos" con Aurora Leigh, y los describe como superiores a esta novela-poema, porque la verdadera historia es más interesante que el relato ficticio. Los sonetos, según afirma Conant, se encuentran "sin lugar a duda, entre las poesías más finas de nuestra lengua, y tienen siempre algo que enseñar incluso a los corazones desilusionados e insatisfechos. Todo no-creyente en la peculiar grandeza de la mujer, todo desconfiado en el poder femenino para consolar y apoyar el alma del hombre, se llena de paz, esperanza, fortaleza y fe." (353) ["without competition, the finest love poems in our language, and afford lessons from which every disappointed, unsatisfied heart. Every unbeliever in the peculiar greatness of womanhood, every one unmindful of its power to solace and support the soul of man, may gain peace, hope, and the strengthening of faith"]. Los poemas representan el rol de la mujer, el del amor, y están escritos desde una perspectiva de autoridad, la femenina. Conant continúa diciendo que "al encontrar a su compañero, ella encontró la solución al enigma de la vida que antes la mantenía perpleja, y que se había aventurado a adivinar. No hay nada más poderoso en los sonetos que el latir de la vida y la dulzura de la humildad."(353) ["in finding her mate, she found the solution of the life-riddle that had perplexed her, and at which she had guessed so adventurously. Nothing else is so remarkable in these life-throbs of sonnets, as the sweetness of their humility"]. Así pues, los poemas se interpretan y valoran a partir de la biografía, contemplada desde las expectativas del crítico. De todas sus obras, "Sonetos" es la que más importancia tiene; simplemente porque relata su historia de amor, esa "perplejidad" que finalmente se resuelve en los poemas. Muchos lectores victorianos consideraban que la función de la mujer era "no tanto escribir, sino actuar; no tener reconocimiento sino dar amor" (citado en Stephenson 69) ["not to write, not to act, not to be famousÑbut to love"] Si una mujer iba a escribir, si iba a hablar del amor y de amar, esa era la opción más adecuada y, por tanto, la más aceptada.

El hombre responsable de haber creado la mayor conexión entre los "Sonetos" y la biografía de Barrett Browning, dando como resultado el período de su mayor éxito, fue Edmund Clarence Stedman. En su artículo biográfico, "Elizabeth Barrett Browning" (1873), su descripción de Barrett Browning la eleva a la categoría de santa: "Hay sonetos que se nos muestran rodeados de aureolas, vestidos de una atmósfera tan pura que cuando hablamos de ellos en esta época de propósito crítico y exactitud, la expresión nos falla y no somos capaces de expresar su santidad y exaltación que alcanzan a la humanidad entera.”(citado en Lootens 136) ["there are some poets whom we picture to ourselves as surrounded with aureolas, who are clothed in so pure an atmosphere that when we speak of them though with a critical purpose and in this exacting age, our language must express that tender fealty which sanctity and exaltation compel from all mankind"] Tanto como "la más grande poetisa inglesa y como la "mujer poeta más inspirada de la historia", Barrett Browning alcanzó la santidad no sólo como poetisa, sino también como esposa, en base a la historia de amor que se relata en los "Sonetos" (Lootens 137). El genio de Barrett Browning aparece mejor desarrollado ellos puesto que, como pensaba Stedman, amar era el papel más importante de las mujeres victorianas. La conexión entre amor, matrimonio, y genio literario fue extensamente descrita por Stedman, quien afirmó que "así como el principal acontecimiento de la vida de Elizabeth Barret fue su matrimonio, el cumbre de su logro literario fueron sus Sonetos. " (Lootens 139) ["just as the 'chief event in the life of Elizabeth Barrett was her marriage,' the 'height' of her literary achievements was the Sonnets" ]

Debido a que Stedman escribió varios años después de la muerte de Elizabeth, este incluyó mucho más sobre su historia de amor y sobre la fuga en su biografía de lo que antes se había explorado, y esta nueva información avivó el interés en la poetisa y concretamente en los poemas contenidos en "Sonetos".

En una pieza biográfica de 1874 que aparece en The Cornhill Magazine , George Barnett Smith sitúa a Barrett Browning entre los tres o cuatro mejores poetas de Inglaterra, alegando que,

Después de Shakespeare, estamos inclinados a mantener que ella no tiene quien la iguale. Como prueba, dejemos que el lector pase las páginas de sus "Sonetos de la Portuguesa " que bajo ese falso nombre, son sus propios sonetos…Son comparables a la obra de Worthworth y a casi todo lo de Milton. Wordsworth [485-56]

[After Shakespeare, we should be inclined to maintain that she is the equal of any. For proof of this, let the reader turn to her "Sonnets from the Portuguese", which, under a disguised name, are her own sonnets . . . . They are certainly equal to all of Wordsworth's and most of Milton's. — 485-56]

Los antes poco valorados "Sonetos" representan ahora el mejor trabajo de Barrett Browning porque son "sus propios sonetos", es decir, biográficos. El valor de los poemas reside en que representan la perspectiva de una mujer sobre el amor. "Verdaderamente autobiográficas son estas confesiones; el sello de una experiencia auténtica se muestra en cada uno de ellos, con su alternancia entre esperanza y miedo, y el abrirse del corazón de una mujer." (487)["Truly autobiographical, indeed, are these confessions; the seal of genuine experience is upon each one with its alternating hopes and fears, and its unfolding of a woman's heart"]. Más adelante afirma que en estos "poemas psicológicos…han hecho más para ayudarnos a entender la personalidad de la poetisa que lo que hubiesemos conseguido mediante un conocimiento más profundo de todas sus otras obras. " (488) ["psychological poems . . . we feel that we have done more towards grasping the character of the poet than we are able to do by an intimate acquaintance with all her other works" ] Evidentemente, la característica definitoria de la excelencia en estos poemas es la relación autobiográfica, conociendo a la poetisa y su corazón de mujer.

A medida que pasaba el tiempo, la vida de Barrett Browning se fue reduciendo cada vez más a los "Sonetos" y al amor. K.M. Rowland escribió en 1884 que "en esaserie de incomparables sonetos a través de los que la señora Browning ha cantado la apoteosis de su vida, aprendemos todo lo que necesitamos saber sobre los deseos y logros de la poetisa. "(555) ["in that matchless series of sonnets through which Mrs. Browning has chanted her life's apotheosis, we learn all we need to know of a poet's wooing and a poet's winning"]. Aquí, toda su vida se ha reducido a la búsqueda del amor. Más tarde, en 1887, William Herridge afirma: "las obras de Elizabeth Barrett Browning son tan evidentemente subjetivas que el análisis de su personalidad se vuelve necesario para entenderlas. " (607) ["the works of Elizabeth Barrett Browning are so evidently subjective that some analysis of her character becomes necessary in order to understand them"] De los Sonetos, dice: "nadie puede leer los Sonetos sin que le inspiren una verdadera caballerosidad y el más profundo aprecio por el sagrado misterio del amor de una mujer. Son la obra de una poetisa en absoluta madurez de su poder. "(614) [“no one can read these Sonnets without being stimulated to a truer chivalry and a more profound appreciation of the sacred mystery of a woman's love. They are the work of a poetess in the full maturity of her powers"] Su poder es escribir como una mujer sobre el principal trabajo de una mujer: el amor.

A medida que los "Sonetos" se hacían más y más populares, se iban valorando cada vez menos como poemas y más como reliquias de una fascinante historia de amor (Lootens 146). Su principal atractivo radica en la biografía que rodea a los poemas, no en el contenido de los poemas. Irónicamente, tras la publicación de las cartas de amor de Robert Browning y Elizabeth Barrett, la recepción de los poemas cambiaría y lo que una vez había encumbrado a los poemas, ahora los devaluaba.

En 1899 el hijo de los Browning, Penini, publicó la correspondencia de la relación entre Robert Browning y Elizabeth Barrett. La visión sobre Barrett Browning como poetisa ya estaba arraigada en los elementos de fantasía sobre su biografía, pero tras la publicación de las cartas, "se la reconstruyo como una frágil inválida vinculada a su diván."[subsequently reconstructed as the frail chaise-lounge-bound invalid" ("Introduction: A Poet Lost and Regained" 11)]. Algunos consideraron que las cartas no necesitan publicarse porque eran "muy íntimas" y "muy largas", así como demasiado sencillas, con "poca variedad sentimental, y ni siquiera una pelea entre novios durante veinte meses. "["little variety of sentiment, and not even a lovers' quarrel over the whole twenty months" ("Browning Love-Letters" 736)]. Hubo un cierto nivel de controversia en torno a estas cartas. Algunos creyeron que era una violación de los derechos a la privacidad el hecho de publicar las cartas. A otros no les gustó la forma en que Robert Browning apartó a la joven Elizabeth Barrett del control de su padre, y que sentían que podía haber sido más honesto y haber pedido su mano en matrimonio (Lootens 148). Sin embargo, las cartas de amor plasmaban la historia de amor con la que todo el mundo estaba obsesionado y, así, se hicieron famosas.

El problema de la reputación de Barrett Browning fue que mientras cartas se hacían más populares, el texto original que le valió tantos elogios, los "Sonetos de la portuguesa", disminuyó en popularidad. Se la valoraba por su amor, y las cartas de amor representaban ese amor mejor que los sonetos. Un artículo de 1906 declaraba que “es la persona, no la poetisa la que ha sobrevivido,” “su poesía como tal es impoerfecta. Ella es completa como artísta al tiempo que mujer; es como mujer complete que su recuerdo perdurará.” “[is the person, not the poet, who lives most," y "her poetry as poetry is imperfect. She is an incomplete artist, but a complete woman; and it is as a complete woman that she will stand and endure" (citado en Lootens 153)]. A Barrett Browning todavía se la valora por su amor como mujer, pero ahora su poesía no está asociada con su valía. Los "Sonetos" ya no son necesarios como documento de su amor, ya que han sido sustituidos por las más autobiográficas e históricamente precisas cartas de amor. En otro ataque contra "Sonetos", Elizabeth Porter Gould, que defiende las cartas de amor de Barrett Browning como una bendición para el mundo, denigra a los poemas como la versión pecaminosa de las letras. Según Gould, las letras fueron compuestas con sinceridad y sin la intención de publicarlas. Los sonetos son una versión menor de la historia (Lootens 153-54).

El rechazo que finalmente se produje hacia los "Sonetos" no sorprende a Dorothy Mermin. En su ensayo, "Elizabeth Barrett Browning The Female Poet and the Embarrassed Reader: Elizabeth Barrett Browning's 'Sonnets From the Portuguese,", mantiene que la vergüenza es el factor clave por el que Sonetos pasó de moda. Según ella, no fueron las cartas que causaron que la gente sienta malestar con los poemas, sino el contenido de los propios poemas. Señala que los poemas y las cartas se solapan en varios aspectos, como su los términos con los que se refiere a su amado como “querido", "queridísimo", y "amado", siendo más una terminología epistolar de las palabras de amor a un amante, las referencias a apodos de su infancia, y el intercambio de mechones de pelo. Estos detalles no molestan al lector de las cartas, pero los acontecimientos del noviazgo de una mujer victoriana con experiencia no parecen pertenecer a los sonetos-no los habíamos visto antes, ¿verdad?”- por lo que deben ser personales, particulares y triviales. Estamos ofendidos por su publicación, implícita en el acto de escritura de los poemas, que debiera haberse mantenido en privado” (Mermin 358). ["the events of courtship as a Victorian woman experienced them don't seem to belong in sonnets — we haven't see them there before, have we? — so they must be personal, particular, trivial. We are offended by the publication, implicit in the act of writing poems, of what we feel should be kept private" (Mermin 358). El fluir de las emociones en las cartas de amor, documentos privados que compartan dos amantes, vulnera nuestros sentidos en menor medida porque las cartas son apropiadas para ese tipo de escritura y de emoción. Escribir sobre el amor cortés y desde la perspectiva femenina en la forma del soneto es ofensivo porque no es la esfera de una mujer victoriana, y al colocarse a sí misma en esa esfera, Barrett Browning ha hecho sentir incómodo a su lector.

Otros escritores modernos encuentran la conexión entre los "Sonetos" y las cartas de amor relevante para una nueva lectura de los sonetos. Los poemas no habían sido leídos como tales desde hacía bastante tiempo después de que Barrett Browning se hiciera tan popular por sus escritos como elementos de su biografía. Muchos creían que el lector debía volver a los poemas y las cartas y examinarlos juntos para reconstruir el significado. Según Angela Leighton, la biografía de Barrett Browning tiene menos impacto en los "Sonetos" que las cartas. Leighton ve una conexión entre los poemas y las cartas como una representación literaria” entre dos grandes textos (220). “Leer los sonetos de nuevo, junto con las cartas, es tomar conciencia de una respuesta complicada sobre el amor ” (221) ["literary performance" entre dos textos "highly written" (220). "To read the Sonnets afresh, in conjunction with the letters, is to become aware of an intricately answering and over-wrought writing of love" (221)]. Las cartas adquieren la forma de un diálogo entre Barrett y Browning, en donde ambos exploran sus propios sentimientos a través de las palabras. “Los Sonetos de la portuguesa”, en particular, elabora sobre las ansiedades de las cartas y sobre la posibilidad de comunicar los auténticos sentimientos” (221). "The 'Sonnets from the Portuguese,' in particular, elaborate on the anxieties of the letters about the possibility of communicating the heart's true feelings" (221). Las cartas son la comunicación entre dos personas y los sonetos son la comunicación de una mujer que trata de articular el amor.

Otra forma en la que los poemas y las cartas se interrelacionan es mediante el uso que ambos hacen de las convenciones del amor cortés, desafiándolo a partir de una perspectiva de género. Tanto en las cartas como en los poemas Barrett Browning, hablando desde la perspectiva de una mujer, rompe el silencio del rol femenino tradicional de simplemente escuchar o recibir adoración ("'How do I Love Thee?': Love and Marriage" 145).Otra coincidencia entre los poemas y las cartas es el eco de words: Barrett y Browning están continuamente repitiendo las palabras de cada uno en las cartas y Barrett Browning trae ese ‘eco’ a los poemas ("'How do I Love Thee?': Love and Marriage" 147).

Las similitudes y coincidencias no significan que Barrett Browning simplemente reconstruyera los mismos sentimientos de las cartas en los poemas. Un ejemplo de cómo las cartas y poemas difieren es en la entrega de un mechón de pelo, que se presenta de manera diferente en los poemas y las cartas. Las cartas revelan elementos de tensión sexual con matices de concesión sexual en el diálogo. Browning le pide a Barrett algo que se ha atrevido a pensar en pedirle, algo precioso, un mechón de pelo. Ella revela que entregar un mechón de cabello es algo que sólo ha hecho por sus parientes más cercanos, y cree que podría ser demasiado mojigata para dárselo a él, pero cede. Hay un anhelo en la petición de él y una timidez en la respuesta de ella que exuda sexualidad (Stephenson 80). En la versión de soneto de este episodio (soneto 18), el tono es completamente diferente y la entrega del mechón de pelo está desprovista de tensión sexual. Sin embargo, en el segundo soneto donde el hablante recibe el cabello de su amada (soneto 19), el tono es alegre. Este relato es una nueva interpretación de su experiencia basada en su propia reflexión, no un diálogo entre ella y Browning (Stephenson 81-82). Las cartas arrojan luz sobre los poemas, pero los poemas no son solo otra versión de las cartas, sino que son un cuento de amor personal y distinto. Lo más notable, sin embargo, es el hecho de que los críticos todavía evalúan "Sonetos" basado en la biografía en lugar de evaluarlos como poemas. Esto no quiere decir que nadie lea "Sonetos" para el valor poético, sino que la tendencia de la interpretación biográfica aun está presente.

La convincente historia de amor de Elizabeth Barrett Browning y Robert Browning atrae a los lectores modernos tanto como lo hizo con los victorianos. A todo el mundo le gusta una verdadera historia de amor. Sin embargo, la biografía y la literatura se deben separar para obtener un verdadero sentido de los "Sonetos de la portuguesa". La biografía y las cartas eran irresistibles para los victorianos y siguen siéndolo hoy en día, pero los poemas se han leído siguiendo esta línea durante unos 150 años; es el momento para una nueva lectura.

Obras citadas

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Avery, Simon & Rebecca Stott. "Introduction: A Poet Lost and Regained." Elizabeth Barrett Browning. New York: Longman, 2003. 1-22.

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Creado 2003; traducido 10 julio de 2015