•• = Este material está disponible sólo en Inglés. Traducción. de Ana Abril Hernández y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.

El “slum” (barrio, suburbio) de finales del periodo victoriano se convirtió en un tema de la Condition of England••, que encontró su forma de expresión en los periódicos, bancos documentales, fotografías, y por último pero no menos importante, en la novela. La preocupación por la cuestión de los suburbios en las dos últimas décadas del siglo XIX atrajo a un público cada vez mayor. La ficción de suburbios, como se dio en llamar, surgió no sólo para proporcionar un foro para el debate del Estado de Inglaterra, que se planteó en los “Hungry Forties” (la hambruna de los años 40), pero se convirtió rápidamente en un sub-género independiente con una clara estética. Las novelas de barrio comparten muchas características de la ficción naturalista, es decir, tienden a preocuparse por los aspectos oscuros de la vida urbana contemporánea; sus lugares de presentación de las historias típicas eran los barrios pobres, es decir, las zonas urbanas superpobladas caracterizadas por viviendas precarias y miseria. Claramente, como señala Patrick Parringe: “las novelas de barrio no estaban escritas por los habitantes de los barrios y suburbios. A pesar de lo auténtico y convincente que suenen, se situaban necesariamente desde una visión externa” (104).

Contrariamente a los novelistas sociales victorianos del período inicial y medio, los autores de novelas de barrio de la era victoriana tardía estaban siempre muy preocupados por el éxito comercial. Muchas novelas de barrio presentaban a propósito modos sensacionalistas y melodramáticos que apelaban a la “nueva” clase media como otro divertimento de mala reputación. David Trotter señala que:

numerosos escritores quisieron emular a los grandes escritores victorianos que les precedieron combinando una intención didáctica con sanas figures de ventas. Para ellos la novela era diagnostica. Se propusieron analizar la ‘condicion de Inglaterra’. [83]

Trotter afirma que la ficción de barrio fue introducida por Walter Besant y George Gissing en la década de 1880 y fue desarrollada por los jóvenes Rudyard Kipling, Arthur Morrison y Somerset Maugham•• (116). Las novelas de barrio debían mucho a las novelas sociales de Charles Dickens, pero carecían de su sentimentalismo y extravagancia góticas. La clase obrera que reflejan las novelas de barrio representa la “otra nación” que aborrecía y temía a la clase social más ociosa. Como afirma Ian Haywood: [“recordaba a los lectores que las dos naciones de Disraeli estaban más polarizadas que nunca” “it reminded readers that Benjamin Disraeli’s two nations were more polarised than ever”] (13). Por regla, la mayoría de estas novelas se desarrollan en Londres y aparecen como contribuciones contemporáneas del debate sobre La Condición de Inglaterra que se extendió al periodo del Fin de Siglo (fin de siècle). De igual forma que los novelistas de los “Hungry Forties”, los novelistas de ficción de barrio combinaron realidad y ficción. Como comentan acertadamente Herman Ausubel y Louis L. Snyder:

a veces escribían bajo la influencia del naturalismo de Emile Zola. Con más frecuencia, simplemente continuaban en la tradiucion de novelas de proletariado anteriores como Sybil de Disraeli, Mary Barton de la señora GaskellYeast and Alton Locke de Charles KingsleyHard Times de Dickens, It Is Never Too Late to Mend de Charles Reade, y Felix Holt, the Radical de George Eliot. En general, escribían como reformadores. Lo consideraban como una función de la literatura imaginativa exponer los abusos y desde luego encontraron mucho que mostrar. [30]

El primero de los tres autores de novelas de barrio, Walter Besant (1836-1901) fue uno de los críticos y escritores más influyentes del periodo victoriano tardío. En 1882 publicó una novela de barrio: All Sorts and Conditions of Men (1882), que narra el romance entre dos bienhechores adinerados que deciden vivir temporalmente en el East-End de forma encubierta. Los protagonistas de clase alta sueñan con la regeneración cultural del distrito desfavorecido creando un utópico “Palace of Delight” (Palacio del Deleite). De hecho, la idea de Besant dio origen a la construcción del Palacio de la Gente en Middle End Road en 1887 donde los residentes de East-End tenían acceso al entretenimiento popular, educación, recreación y mejora social. El complejo tenía una biblioteca con una sala de lectura, una piscina, gimnasio, galería de imágenes universidad técnica y un jardín de invierno.

El Palacio de la Gente por E. R. Robson — actualmente, el Queen's Building (Edificio de la Reina), QMLU (Queen Mary University de Londres, Mile End Road, Londres, diseñado. 1886; reconstruido por Campbell-Jones y Smithers tras un incendio en 1931.

El segundo novelista temprano de ficción de barrio, George Gissing (1857-1903) escribió exclusivamente novelas naturalistas que hablaban de de vida de las clases más pobres.  Workers in the Dawn   (1880),  The Unclassed   (1884) y  The Nether World  (1889) presentan de forma naturalista la pobreza urbana, la inmundicia y la depravación de de la vida de los habitantes de los barrios o suburbios de Londres. Gissing fue un observador de la clase obrera muy atento y bien informado. Conocía la pobreza mejor que Disraeli y Gaskell porque vivió entre los pobres durante su juventud, pero describía a los pobres con poca o ninguna compasión. Sus personajes de los suburbios son generalmente repulsivos, sucios, incultos y rudos. Al ser crítico del progreso de la sociedad industrializada, Gissing veía poca esperanza de mejora en la vida de las clases pobres. Como escribió Daniel Born: “se arrastra en la obras de Gissing una actitud de pesimismo y pasividad.” (70)

El tercer clásico de la literatura victoriana de barrio, Arthur Morrison (1863-1945), era un escritor con un pasado próximo a la clase obrera. Según P. J. Keating, “más que ningún otro autor, es Arthur Morrison quien establece el tono de la ficción de barrio en los noventa” (167), Morrison describió de forma realista las malas condiciones de vida y la violencia de las calles en el East-End de Londres en su Tales of Mean Streets (1894) y en su extensa obra A Child of the Jago (1896). La novela da cuenta de manera patética de la vida en los suburbios y, en concreto, muestra la tragedia de los niños que sufren de pobreza infantil, el abuso y las enfermedades en los suburbios. Merece la pena recordar la influencia que tuvo para Morrison el joven Rudyard Kipling (1865-1936), que escribió una breve historia muy realista sobre la vida en los suburbios “The Record of Badalia Herodsfoot” (1890). Situada en East-End, esta historia narra el trágico destino de una joven y honesta mujer que se ha convertido en una especie de trabajadora social de los suburbios tras haber sido abandonada por un abusivo marido.

La creciente fama de la ficción de barrio dio pie al auge de este género por parte de los escritores. La primera novela de Somerset Maugham’s (1874-1965) Liza of Lambeth (1897), a menudo se compara con la ficción de barrio de Morrison. La novela trata el tema del adulterio entre la clase obrera. Jack London (1876-1916) también contribuyó a este género. Vivió durante siete semanas del verano de 1902 en Londres vestido como lo hacen los marineros americanos, durmiendo en albergues baratos con los pobres y los indigentes y como resultado de su investigación periodística literaria creó su novela realista de barrio The People of the Abyss (1903), que supuso una fiel narración de primera mano sobre la vida en East End, la parte más débil y miserable del Imperio.

En las últimas dos décadas del siglo diecinueve hubo un creciente influjo de refugiados judíos de Europa del este hasta la Inglaterra victoriana. Los inmigrantes, que a menudo huían de los pogromos de sus países, eran casi siempre muy pobres; hablaban Yiddish y se diferenciaban claramente de los anglo-judíos. Tenían que competir con los pobres locales por trabajo y alojamiento. Eran ortodoxos y trataban de mantener su identidad judía en una comunidad muy familiar. Israel Zangwill•• (1864-1926) era un importante cronista del East-End londinense. Su novela más célebre, Children of the Ghetto (1892), cuenta la vida y experiencias de los niños judíos del este de Europa en Whitechapel al final de la era victoriana.

La ficción de barrio estaba escrita casi exclusivamente por hombres. Margaret Harkness (1854-1923), hoy ya casi olvidada fue una de las mujeres escritoras (incluyendo Constance Howell y Emma Leslie), que estaba preocupada por la exposición a la vida de los suburbios. Harkness, una periodista radical prima de Beatrice Webb y amiga de Eleanor Marx, publicó sus trabajos bajo el pseudónimo de John Law. Harkness vivió en el East-End durante varios años con el objetivo en mente de conocer de primera mano la vida en los suburbios. Como resultado publicó la novela de barrio In Darkest London (1891), titulada originalmente Captain Lobe: A Story of the Salvation Army, que estaba dedicada a unos cuantos voluntarios sociales (la mayoría mujeres jóvenes de la clase alta) que ayudaban a los vagabundos de los suburbios del East-End.

La ficción de barrio despertó un sentimiento de asombro y simpatía y una fascinación peculiar hacia la cultura de la pobreza y la inmundicia. Las representaciones horriblemente vívidas de la vida en los suburbios dejaban entrever “lagunas” serias en el capitalismo y democracia del final de la época victoriana. Hoy en día las novelas de barrio están casi relegadas al olvido aunque algunas de ellas han sido recientemente publicadas por editoriales digitales. Merecen ser recuperadas y recreadas como grandes documentos sociales que dan fe de las deplorables condiciones de vida y trabajo de las clases más desfavorecidas del Fin de Siglo. También son interesantes para la interpretación que hacen del habla típica de la clase obrera.

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Creado 1988; traducido el 7 julio de 2016