[Traducción de Victoria Parra Ortiz revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

En "Junto al Mar del Norte" (1880), Swinburne afirma que el tiempo ha provocado el naufragio del cristianismo, igual que destruyó anteriormente el culto a Venus y Proserpina. Mientras que "Himno a Proserpina" emplea el monólogo dramático, "Junto al Mar del Norte", como otros trabajos mayores de su etapa media y última, adopta la forma de una reflexión acerca del paisaje terreno y marino. En este poema, como en "Puesta de sol en el ocáano amplia" (1880; texto) y "A Nympholept" (1894), el poeta presenta una desolación espiritual digna de Wallace Stevens, en cuanto a un mundo externo inhóspito. Swinburne, el laureado de los lugares lóbregos y yermos de la tierra, toma las ruinas de Dunwich en la costa de Suffolk, que habían sido centro religioso en la Edad Media, como un emblema de la manera en que el tiempo ya había destruido la fe que había expulsado a los dioses paganos siglos antes.

Cuando transformó sus experiencias de esta tierra baldía en un poema, describió con detalle un lugar desolado, yermo y agotado, gobernado por la muerte y el mar. En su intento por dar con el lenguaje adecuado para transmitir la extraña e inhumana desolación de Dunwich, empieza por presentarla en términos del infierno encontrado por Odiseo, pero luego decide que este paisaje es aún más inhóspito y no puede humanizarse mediante tales referencias culturales. �ste es un paisaje "despoblado de visiones" ("dispeopled of visions") y completamente desprovistos de espíritus de cualquier tipo — ("Ghostless, all its gulfs and creeks and reaches, / Sky, and shore, and cloud, and waste, and sea"). Tras una característica y elaborada parodia del Credo, en la que Swinburne aplica al tiempo la descripción del Salvador, perfila un paisaje de ruinas, pobladas únicamente por los restos de estructuras eclesiásticas, dedicadas a un ahora desaparecido "Dios más misericordioso que el Tiempo" ("God more merciful than Time").

"Where is man" the cloister murmers wailing:
Back the mute shrine thunders — "Where is God?"

Here is all the end of all his glory —
Dust, and grass, and barren silent stones.
Dead, like him, one hollow tower and hoary
Naked in the sea-wind stands and moans.

In las estrofas siguientes, Swinburne presenta una visión del horror ante los edificios profanados y destruidos que se construyeron antaño para la eterna gloria de un eterno Dios cristiano, y nos muestra las tumbas que han sido descubiertas y engullidas por la invasión del mar sobre la tierra. "Tumbas donde los hombres se aseguraban el descanso" "Graves where men made sure to rest") ahora yacen "desplazadas, devoradas y profanadas" ("displaced, devoured and desecrated" , y los últimos restos de los hombres que pensaban despertarían sólo con el "estallido del juicio" ("blast of judgment") ahora "se hunden en la marea" "sink into the waves" mientras el timepo alimenta al mar con "tierra y hombre, y todos sus dioses" ("earth, and man, and all their gods").

Sin embargo, Swinburne no cierra el poema con esta grotesca inversión paródica del Juicio Final. En la sección final, que se compone de siete estrofas, se aleja de "la sombra de esta muerte, / Este lugar de los sepulcros" ("the shadow of this death, / This place of the sepulchres") para entonar una oda al sol, que para Swinburne representa el poder de la poesía y de la imaginación. Finalmente, tras aceptar el tiempo, e incluso regocijarse de sus cambios, el poeta cierra con un agradecimiento por sus canciones y sueños. Desafortunadamente, a pesar de la claridad y despreocupación que refleja aquí Swinburne, no puede disipar la penumbra que ha conseguido crear, y el hecho de que eleve su mirada hacia el sol parece entonces un acto mecánico e incluso evasivo.


Modificado por última vez el 22 septiembre de 2009;
traducido el 6 de marzo de 2011