[Traducido por Terri Ochiagha Plaza y revisado por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces por George P. Landow..]

La complejidad de los puntos de vista sociales y políticos de Thomas Hughes aparecen en su énfasis — tan parecido al de Samuel Johnson — en que las personas buenas han de sufrir por su bondad. "Así ha de ser siempre," les dice a "sus queridos muchachos."

Si el ángel Gabriel tuviese que bajar del cielo y emprender una lucha exitosa en contra de los intereses velados más abominables de los que se quejaba el antiguo mundo, perdería su reputación durante muchos años, probablemente siglos, no solo con los que apoyan dichos intereses velados, sino con las masas respetables de gente a las que había salvado. No le invitarían a cenar, ni dejarían que apareciesen sus nombres en sus registros; tendrían mucho cuidado de có mo hablarían de él en el parlamento, o en sus clubs. "�Qué podemos esperar entonces, cuando solo tenemos a pobres hombres valientes como Kosseuth, Garibaldi, Mazzini, y causas justas que no triunfan en sus manos — hombres que tienen bastantes agujeros en sus armaduras, Dios sabe, fáciles de acribillar por respetabilidades sentadas en sus có modas sillas, y que tienen las cuentas bancarias rebosantes? Pero sois valientes, muchachos, los que odiáis los asientos fáciles, y no tenéis ni cuentas ni banqueros. Solo necesitáis tener la cabeza en su sitio, del lado justo; así que tened en mente que las mayorías, especialmente las respetables; nueve de diez veces no llevan razó n; y que si ves a un hombre o muchacho luchando en el lado débil, aunque sea obstinado o torpe, no tenéis que sumaros al griterío contra él. Si no podéis ayudarle a ser más sabio, tenéis que recordar que ha encontrado en el mundo algo por lo que sufrir y luchar, y eso es precisamente lo que tenéis que hacer vosotros; así que pensad y hablad de él con bondad.

Por el otro lado, Hughes nos recuerda a los protestantes Evangélicos que, antes y ahora, se basan en su opresión por otros (aunque en realidad son el partido en el poder) como prueba de que llevan razón y son del partido de Dios. Y sin embargo, Hughes se muestra claramente opuesto a las "respetabilidades sentadas en sus có modas sillas, y que tienen las cuentas bancarias rebosantes." En otras palabras, se opone tanto a los poderes que existen (y con los que a los Victorianos Evangélicos les gustaba relacionarse para hacer que el mal no fuese respetable) como a todas las mayorías , porque "las mayorías, especialmente la respetables, se equivocan nueve de diez veces." Aquí Hughes se declara un pensador contrario, y como la mayoría de pensadores Victorianos, (y por eso no es apenas un pensador contrario) sospechoso de opresión por la mayoría — una posición tomada, más famosamente por John Stuart Mill en On Liberty, uno de los documentos principales del liberalismo. Es importante notar que como ejemplos de hombres que sufren por hacer lo correcto están Kossuth, que luchó por la libertad polaca, y Garibaldi y Mazzini, que lucharon por la libertad Italiana (del Papa y de Austria) y por la reunificación de Italia, que era la gran y más importante causa por la que lucharon los liberales en la época Victoriana.

Referencias

Hughes, Thomas. Tom Brown's Schooldays. Versión Electronica del Project Gutenberg producida por Gil Jaysmith y David Widger.


Last modified 28 June 2008; traducido 2009