[••• = disponible sólo en Inglés. Traducción de Noelia Malla García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

Salomé, de Oscar Wilde suele asociarse merecidamente con las obras que ha inspirado, con las ilustraciones de Audrey Beardsley y la opera de Richard Strauss, pero cabe mencionar que la obra dramática de Wilde estaba inspirada en una serie de obras de arte de distinta categoría. La crítica suele asociar de inmediato la influencia de J. K. Huysmans, quien presentaba la figura de Salomé en la novela A contrapelo (1884) retratada por el artista francés Gustave Mureau. No obstante, Isobel Murray, en la introducción a la edición de Oxford de las obras de Oscar Wilde arguye que posiblemente el autor tuviese contacto con los propios cadrod ya que la acuarela L’Apparition de Mureau (descrita por Huysmans en A contrapelo) se exhibía en la Grosvenor Gallery en 1877 como parte de una exposición de arte de la que Wilde dio cuenta (xviii). Mientras que Murray considera este hecho como justificación simple de la “serie de relaciones” con la obra de Wilde, la investigación más detallada resulta complicada. Richard Ellman añade una conexión literaria de interés en la biografía de Wilde, el poema “Herodías” de Stephane Mallarmé:

El conocimiento que tenía Wilde de la iconografía de Salomé era inmenso. Se quejaba de que el cuadro de Rubens, Salomé, le parecía “un Maritornes compungido” Por otra parte, la Salomé de Leonardo era excesivamente incorporea. Otros, como Dürer, Ghirlandaio, van Thulden, eran también poco satisfactorios e inconpletos. La celebrada Salome de Regnault le parecía ‘agitanada’. Solo le gustaba Moreau y le gustaba mencionar la descripción de Huysmans de los cuadros de Moreau. Tenía muchas ganas de visitor el Museo del Prado para ver cómo la había pintado Stanzioni y Tiziano, de quien citaba el comentario de Tintoretto “este hombre pinta con carne temblorosa” [342 ]



Este pasaje pone de relieve que durante la segunda mitad del siglo diecinueve la decapitación de Juan el Bautista por parte de Salomé no se consideraba tanto un tema literario como artístico. Llama la atención que la obra de Wilde parezca haber influido tanto en invertir la situación y que en el siglo siguiente apareciesen varias obras cinematográficas, literarias y musicales inspiradas en la historia de Salomé, pero sin embargo, haya pocas representaciones pictóricas. Incluso las ilustraciones de Beardsley, con la cantidad de caricaturas y planteamientos temáticos irrelevantes pueden interpretarse más como exquisitos comentarios satíricos sobre Wilde que como una representación de la obra misma.

Left to right: (a) The Stomach Dance. (b) John and Salome. (c) The Toilette of Salome. [Click on these images for larger pictures.]

Por otra parte, el texto de Wilde está salpicado de imaginería elaborada, perversiones exquisitas de la Biblia del rey Jaime que recuerdan al capítulo XI de El retrato de Dorian Gray, donde anteriormente se presenta una letanía similar de imagines decadentistas, muchas de ellas también parecían sacadas de “la venenosa novela francesa”. Esto permite considerar que la imagen central del texto que sugiere el personaje de Lord Henry al inicio de la novela que debería exhibirse en Grosvenor, lo relaciona de nuevo con Moreau. Mientras que las fuentes literarias de las obras de Wilde demostrarían ser complejas, el fin no lo es tanto. Palabras que pintan, imágenes que conversan — Oscar Wilde, aquí como en cualquier parte, busca desestabilizar una relación que, por otra parte, se ha dado por garantizada.

Preguntas

1. Muchos otros escritores del siglo diecinueve como Ruskin, Pater o Rossetti también estaban interesados en la capacidad de las palabras para crear imágenes. ¿En qué medida se parecen o diferencian los intentos de los mencionados escritores en crear imágenes con palabras de la técnica de Wilde?

2. Los retratos satíricos que Beardsley realiza de Oscar Wilde para ilustrar Salomé a veces se interpretan como un gesto vindicativo ya que Wilde podría haber rechazado que aquél tradujese la obra del francés. No obstante, la autocrítica abunda en la obra de Wilde, como es el caso de los personajes Lord Henry en Dorian Gray, Algernon en La importancia de llamarse Ernesto e incluso Herodes en Salomé. Todos estos personajes se interpretan como una autocrítica. ¿Cómo pueden analizarse estos personajes y lo inusual que resulta el énfasis en la autocaricatura en la obra de Wilde en general?

3. Analiza Salomé de Wilde y las ilustraciones de Beardsley en relación al tema de la decadencia. ¿Son los textos “decadentes”?

4. Normalmente resulta difícil discernir lo que es irónico o no en la obra de Wilde. ¿Qué piensa el autor de sus predecesores franceses “perniciosos”?

Otras discusiones

Representaciones de Salomé [GPL]

Referencias

Beckson, Karl. Aesthetes and Decadents of the 1890's. Chicago: Academy Chicago Publishers, 1981.

Ellmann, Richard. Oscar Wilde. New York: Alfred A. Knopf, 1988.

Murray, Isobel. Oscar Wilde. Oxford Authors edition. Oxford: Oxford University Press, 1989.


Modificado por última vez el 22 septiembre de 2009; traducido el 9 de febrero de 2012