[••• = disponible sólo en Inglés. Traducción de Noelia Malla García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. Me gustaría agradecer tanto al autor como a Pericles Lewus, profesor de literatura inglesa y comparada de la Universidad de Yale, por compartir el presente ensayo perteneciente a su proyecto web, el Yale Modernism Lab, con los lectores de la Victorian Web.GPL]

decorative initial Los estudios en torno a la comedia a la luz de la teoría de Jung analiza varias figuras arquetípicas. Las más analizadas son el arquetipo del bufón y el embaucador. Destacan entre estos estudios diversas obras, por ejemplo: William Willeford's The Fool and His Scepter, David L. Miller's “Achelous and the Butterfly: Towards an Archetypal Psychology of Humour,” y el ensayo de Alexander Duddington — “Humour: The Non-Material Alexipharmic.” Tanto el arquetipo del bufón como la del embaucador se asocian con la “inversión” cómica.

En este ensayo, que se basa en la novela de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray (1891), se analiza un arquetipo distinto a los anteriores que se han mencionado, esto es, el arquetipo del dandy. Son tres los propósitos que motivan este análisis. En primer lugar, se intenta mostrar cómo el arquetipo del dandy tiene relación con dos de las imágenes arquetípicas más poderosas: la figura de Dioniso y la de Apolo. En segundo lugar, se intentará demostrar que el dandy wildeano teme inextricablemente la vida y que, en consecuencia, en su interés por el arte subyace un principio de “evasión”. En tercer lugar, se argüirá que el humor de la novela y, por extensión, en las obras de Wilde representa un síntoma de la fascinación del autor por el arquetipo del dandy.

El argumento de EEl retrato de Dorian Gray gira en torno a la naturaleza dual del personaje de Dorian. Por una parte, la novela narra las aventuras del joven héroe; por otra parte, se representa como un cuadro de “extraordinaria belleza personal”. Cuando el personaje de Lord Henry le dice que su belleza excepcional no durará para siempre, el joven desea que su belleza perdure del mismo modo que el retrato que pinta el personaje de Basil Hallward ya que aquél anhela disfrutar de su juventud indefinidamente. Dicho deseo alocado es la clave de los factores arquetípicos que condicionan la novela ya que la cualidad de la “juventud eterna” supone un atributo primario de la figura de Dioniso. Ovidio recurre en las Metamorfosis a la descripción de la “eternal juventud” asociada a Baco (mismo dios que Dioniso).

For thine is unending youth, eternal boyhood (puer aeternus),

Thou art the most lovely in the lofty sky;

Thy face is virgin-seeming ...
[Book IV, lines 17 ff.]

Para ti la eternal juventud (puer aeternus),

Porque eres lo más preciado del cielo;

Tu cara virginal ...
[Libro IV, líneas 17 y siguientes]

Resulta extraordinario cómo muchos de estos epítetos, tales como puer aeternus, utilizado por Ovidio, también describen al personaje de Dorian a pesar de que estos paralelismos no proceden en el presente ensayo. No obstante, la lectura de la novela corrobora la relación entre el personaje de Dorian y Dioniso. La mañana en la que da la espalda a Sibyl Vane sin reparos comprueba si el retrato de Basil se ha visto alterado. En efecto, así ha sido y, en consecuencia entiende lo que dicho suceso supone para él:

Eterna juventud, pasión infinita, sutiles y secretos placeres, violentas alegrías y pecados aún más violentos; no quería prescindir de nada. El retrato cargaría con el peso de la vergüenza; eso era todo (Retrato 151).

El joven se da cuenta de que solo ha conocido la pasión ilusoria de un adolescente. En otras palabras, cree que, en circunstancias normales, dicha pasión podría perjudicarle, no sólo moralmente sino también físicamente. Así, desea disfrutar de cada placer que pueda ofrecerle la vida a condición de que dicha experiencia no le perjudique. Tales pasiones se asocian con el dios Dioniso. Esta afirmación se confirma hacia el final de la novela cuando el personaje de Lord Henry tras discutir sobre el asesinato de Basil le dice a Dorian: “Has bebido hasta saciarte de todos los placers. Has saboreado las uvas más maduras. Nada se te ha ocultado” (Retrato 306).

El vino, en efecto, pertenece al dios Dioniso. El personaje de Dorian, en tanto que joven eterno representa la vida dionisiaca. Por esta razón, Sibyl le llama “¡Príncipe de mi vida!”(Retrato 125).

La novela comienza con el deseo de Dorian de que se le conceda la eternal juventud propia de los dioses. El intento de poseer atributos divinos indica inflación psicológica. No resulta extraño, por tanto, que en la novela haya otro mito cuyo sujeto es la inflación psicológica. Se presenta como analogía hacia el final de la novela, mientras el personaje de Dorian toca el piano. El personaje de Lord Henry observa: “¡Es una bendición que todavía nos quede un arte no imitativo! No te detengas. Esta noche necesito música. Me pareces el joven Apolo, y yo soy Marsias, escuchándote” (Retrato 306).

Tanto el personaje de Lord Henry como el de Dorian se asemejan al sátiro Marsias. En tanto que su retrato asume el aspecto de un “viejo sátiro horrible”, cabría afirmar que cuando intenta destruir el retrato sin darse cuenta se mata a sí mismo y, consecuentemente, el retrato vuelve a su origen de perfección apolínea.

En virtud de su “deseo alocado”, el personaje de Dorian se apropia de los atributos de los dioses Apolo y Dioniso. En efecto, Dorian representa la personificación simbólica tanto de la embriaguez dionisiaca como de la forma apolínea, de la pasión dionisiaca y de lo inabordablemente apolíneo. Es capaz de disfrutar los placeres dionisiacos, a los que desea entregarse, pero con la comedida apolínea.

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Referencias

Duddington, Alexander. “Humour: The Non-Material Alexipharmic.” Harvest, 20 (1974), pp. 23-36.

Miller, David L. “Achelous and the Butterfly: Towards an Archetypal Psychology of Humour.” Spring (1973):. 1-23.

Wilde, Oscar. The Picture of Dorian Gray. Ed. Isobel Murray. London: Oxford University Press, 1974.

Willeford, William. The Fool and His Scepter: A study in Clowns and Jesters and their Audience. Evanston: Northwestern University Press, 1969.


Modificado por última vez el 22 septiembre de 2009; traducido el 8 de febrero de 2012