[*** = disponsible en inglés. Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

Vinculando la sexualidad con la economía, Grandes esperanzas construye la relación de Pip y de Estella por medio de estas cuestiones. Según Ross Dabney en El amor y las posesiones en las novelas de Dickens, el lazo de Pip con Estella

no es algo entre dos personas que tenga que ver con lo que esas dos personas son, sino que afecta a lo impersonal, es decir, a la clase, al estatus, a los hábitos, las ocupaciones, los gestos y al lenguaje común de un entorno social concreto (134).

Estella crea el precedente de definir su vínculo con Pip a través de la economía cuando se encuentra por primera vez con él y le llama “un chico normal y corriente que trabaja” (8, 89). Como se ha mencionado antes, Miss Havisham continúa destacando la economía al ensalzar la belleza de Estella gracias a sus costosas joyas. Al describir sus pensamientos sobre su primer beso con Estella, Pip, utiliza palabras con connotaciones económicas cuando recuerda, “sentí que el beso se lo dio al muchacho normal y corriente como si fuera una moneda y no valiera nada” (11, 121). Pip compara el beso de Estella con la frialdad del dinero, pero simultáneamente tasa el valor del beso. Estableciendo un eslabón entre la economía y la sexualidad, Pip define el tema que ensombrecerá su trato. Citando este pasaje, Nunokawa escribe, “el capital se identifica con y en los mismos términos que una pasión extremadamente fascinante, en tanto en cuanto es aclamada o condenada como el medio por el cual tales pasiones se aquietan” (123). Partiendo de este momento, Pip mezcla sus sentimientos por Estella con su deseo por la riqueza y la educación, y no puede separar el acto sexual del beso de la distancia económica entre Estella y él. De igual modo que la identidad de Marian gira en torno a su posición de clase, la construcción de Pip sobre Estella versa sobre la divergencia de la condición económica entre ambos.

Tal y como Miss Havisham pretende, Estella representa para Pip la sexualidad femenina, pero parte de su valor procede de su fortuna. La falsa creencia de Pip de que Miss Havisham es su benefactora radica pesadamente en la noción de que ésta busca que se comprometa con Estella. Trayendo a colación un encuentro con Estella, Pip recuerda, “el aire inaccesible que su belleza y sus modales le infundían, me atormentaba en medio de mi placer, y en lo más excelso de mi convencimiento, sentí que nuestra patrona nos había elegido como el uno para el otro” (29, 260). Los sentimientos apasionados de Pip por Estella se traducen inmediatamente en expectativas financieras. Conduciéndole hasta Miss Havisham, las emociones románticas de Pip, se amalgaman con su deseo por la prosperidad. Viendo a Estella como la vía hacia la opulencia, Pip despersonaliza a Estella y la convierte en el regalo que Miss Havisham le otorgará. Reconociendo a Estella como un instrumento de Miss Havisham, Pip explica:

... que [Estella] no me sería dada hasta que le gratificara a ella [Miss Havisham] por un tiempo. En esto vi la razón por la cual me había encomendado a ella de antemano… En esto vi, que yo también estaba atormentado por una perversión de la ingenuidad, incluso cuando el premio estaba reservado para mí. [38, 312]

Pip amplía la noción de que Estella es una herramienta en las manos de Miss Havisham. Incapaz de separar su deseo por Estella de la economía, Pip quiere la sexualidad de Estella, pero parte de esa “recompensa” incluye su riqueza. En sus pensamientos sobre ella, la acepta como una entidad libre y sólo la crea en términos de sus deseos sexuales y sus expectativas económicas. De acuerdo con la construcción de Miss Havisham sobre Estella, a estas alturas de la novela, para Pip, el valor de Estella procede de la sexualidad y la economía.


Modificado por última vez en 1996; traducido el 20 de marzo de 2012